La violencia en el fútbol no deja exenta a ninguna liga del planeta, por más que sea una categoría de ascenso o un certamen amateur. Y prueba cabal de ello es la brutal batalla entre futbolistas que protagonizaron los planteles de Central de San José y Wanderers de Artigas por la Copa de Clubes Campeones de OFI
Terminado el partido por la vuelta de los cuartos de final, los malos perdedores que defendieron la camiseta de Wanderers fueron a buscar a sus rivales de Central para desquitarse por la derrota mediante corridas, patadas y golpes de puño.
Miembros de ambos equipos se pelearon dentro del campo, pero pocos minutos después los de Central se retiraron a los vestuarios en medio de escupitajos de los adversarios que se encontraban alrededor del túnel de salida.
Cuando parecía que la calma podría retomar el centro de la escena, sucedió todo lo contrario: algunos jugadores de Wanderers provocaron a los hinchas de la tribuna local del estadio Casto Martínez Laguarda mediante algunas señas a la tribuna y luego continuaron con gestos obscenos, incluso con futbolistas tomándose los genitales e insultando a los fanáticos.
"Creo que los inadaptados no pueden estar dentro del fútbol. Quienes generen incidentes y quienes agredieron deben ser sancionados y así va a ser. Está previsto que cada actitud tenga sus sanciones. Los gestos obscenos pueden llegar a recibir casi dos años", aseguró Gustavo Bares, presidente de OFI.