El hermano de la fallecida Diana de Gales, el conde Charles Spencer, afirmó este miércoles que le mintieron sobre la voluntad de sus sobrinos, los príncipes Guillermo y Enrique, de caminar tras el ataúd de su madre el día de su funeral.
"Me mintieron y me dijeron que querían hacerlo, cuando en realidad no querían", sostuvo el hermano de la princesa, de 52 años, en la radio de la cadena británica BBC.
"Fue algo descabellado y cruel", afirmó sobre el hecho de que sus sobrinos Guillermo y Enrique, con entonces 15 y 12 años respectivamente, tuvieran que acompañar el cortejo fúnebre de su madre, fallecida el 31 de agosto de 1997 en un accidente en París.
"Andar detrás del ataúd, junto con dos niños enormemente afligidos por el dolor, fue lo peor del día; simplemente nos dijeron que miráramos al frente", reveló.
El conde aseguró haber sido un "ferviente defensor" de que los hijos de su hermana no participaran en la procesión porque ella tampoco lo hubiera querido.
Durante el cortejo, que se produjo el sábado 6 de septiembre, menos de una semana después de la muerte de la princesa, se podían oír los lloros y sollozos de la multitud agolpada en las calles, según contó el conde.
"Era imposible no conectar con la emoción que emanaba de la multitud, era muy poderosa", relató.
"Creo que todo lo que dije era verdad y era importante para mi ser honesto", apuntó, para agregar que "no buscaba molestar a nadie" y que solo trataba de "celebrar la vida de Diana", en el texto que leyó aquel día.