La empresa Avex Dánica cerró el lunes su fábrica de margarinas de Lavallol donde trabajaban 150 personas y ahora el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, podría multarla con una suma millonaria.
"Es una falta grave. No se pueden admitir este tipo de situaciones en un momento de alta sensibilidad para la gente", dijeron a Clarín del ministerio de Trabajo bonaerense. Por eso, y amparándose en el decreto presidencial que prohibió despidos y suspensiones sin justa causa, avanzarán judicialmente contra la compañía.
La fábrica cerró el lunes, y el miércoles emitió un comunicado titulado "Así no podemos seguir". Allí dice que "el cierre de la planta, que impacta en la comunidad en un contexto agravado por la recesión económica y por la emergencia de Covid-19, tiene su origen en un desmedido reclamo salarial de los gremios de Federación Aceitera".
Y amplía: "Dichos gremios vienen exigiendo pautas salariales propias del mercado exportador que resultan inaplicables y excesivamente onerosas para la actividad que despliega Avex Dánica en el país. Se trata de demandas que hacen inviable la continuidad del negocio en las condiciones actuales".
Sin embargo, en el gobierno bonaerense desestiman ese reclamo y aseguran que "no había motivos para dejar de cumplir con la obligación de seguir en actividad, y más en este momento, por lo que significa la producción de alimentos".
Por eso, iniciaron el procedimiento para sancionar a Avex Dánica. Según el Régimen General de Sanciones por Infracciones Laborales modificado en 2014 (Ley N° 26.941), si el cierre calificara como "infracción" la multa llegaría al 2000% del salario mínimo, vital y móvil por cada trabajador afectado.
El conflicto en Avex Dánica
Según informa Clarín, el comienzo del aislamiento obligatorio generó rispideces en el interior de la fábrica desde el comienzo. Primero, por reclamos de los trabajadores sobre las condiciones de higiene.
Luego, la empresa solicitó a los empleados que cumplieran con actividades suplementarias por "no poder contar con personas en situación de riesgo y con algunos padres de niños en edad escolar", pero algunos trabajadores no accedieron.
"El quite de colaboración en plena cuarentena obliga a la paralización definitiva de las actividades", aseguran desde la empresa, y por eso dicen que tiene justa causa la desvinculación de trabajadores "por negarse a realizar sus labores en jornadas suplementarias como lo requería la esencialidad de la actividad decretada por el gobierno".
Esos despidos generaron protestas de los obreros y el Gobierno bonaerense dictó la conciliación obligatoria, que ahora entiende fue desacatada por Avex Dánica al cerrar la fábrica de Llavallol.