Ella tiene 60 y él 68 y después de varios años intentándolo y de varios intentos fallidos finalmente cumplieron su sueño de ser padres.
El hecho ocurrió en Serbia, gracias a una fertilización asistida. Lo insólito del caso llegó después de la feliz noticia: el marido decidió dejar a su mujer y su hijita por ser "muy viejo".
"Soy un hombre enfermo. Tengo 68 años, soy diabético y tengo un corazón débil. No es fácil dormir de noche y escuchar el llanto de un bebé", sostuvo.
Por su parte, la mujer se mostró feliz por la llegada de su beba: "Pase lo que pase, lucharé para criar a Alina de la mejor manera que pueda y guiarla en el camino correcto. Solo la amaré a ella", dijo. Y agregó: "Sé que no será fácil, pero aún creo que hay buenas personas que querrán ayudarme".