Florencia Kirchner regresó de Cuba, donde estuvo bajo tratamiento médico desde febrero del año pasado. Y en su vuelta a la Argentina, a la hija de la vicepresidenta la aguardan dos causas por blanqueo, embargos y empresas intervenidas.
La situación procesal de Florencia Kirchner todavía es compleja. Pero la joven decidió transmitir sus sensaciones de dejar La Habana a través de su cuenta de Instagram.
"Última noche en La Habana. Pasaron las doce. Veintiuno de marzo/2019", comienza el relato de Florencia en las redes sociales.
"Camino por la habitación a la caza de imágenes fértiles en mi cabeza, para que se me hagan como bebés. Camino por el teatro imaginario, mientras por el instante, se me escapan las palabras que querría decir. Se me habla la boca sola. Estoy jugando a la premonición. Pasé gran parte del día en pose fetal", prosigue el relato.
Y continúa: "Estoy dejando lo que llaman; la campana de cristal. De ahora en más si no puedo con algo estaré entre humanos y movimiento, que me ver+an no poder, y que lejos de la compresión pondrán sus ojos putrefactos sobre mi manera deslenguada, y la manera esa otra, la laxa que me hace poder dar vuelta los brazos como un cisne fallido".
"Llegué al estudio y estaba vacío. Recordé que ya estaba todo en las cajas, las que mañana van a volar conmigo en el avión. Sólo te queda una ducha y a dormir", sigue el relato. Y agrega que a las ocho tocaba “despertar e infusión”, y que escuchaba “Crown of Love”. Y sentenció: “No te queda más que eso en La Habana”.
"Las cosas ya no ocupan los estantes y las perchas están vacías, colgadas solas entre ellas. El que fue mi lugar se comienza en soledad. Esto sigue acá sin mí. No estoy escribiendo que estoy volviendo. Estoy volviendo", sugirió con entusiasmo.
Y sentenció: "Es esto lo último que escribo en La Habana. Y tengo lágrimas negras".