El presidente Alberto Fernández abrió el período 138 de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación con un discurso que no esquivó la problemática de la deuda con los acreedores, cuestión que es uno de los focos del Gobierno desde el inicio de la gestión.
"Nunca más a un endeudamiento insostenible. Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y que dejan tierra arrasada a su paso", expresó Fernández al tomar la palabra.
En ese marco, agregó: "Hemos iniciado las negociaciones para reestructurar la deuda pública. Dialogamos con líderes del mundo central sobre la situación difícil y advertimos comprensión; expresan un profundo estupor frente a lo sucedido".
Asimismo, hizo referencia al plan económico del Gobierno y destacó que "ha dado sus primeros pasos" al señalar que mejoró "la situación fiscal" y que se se avanzó en el objetivo de "bajar la inflación". Y consideró que se están generando "condiciones macroeconómicas sostenibles" y que "hay sectores que están empezando a reactivarse".
Además, el presidente puntualizó que el Banco Central está trabajando en "la manera en que nuestro país recibió divisas en concepto de préstamos y el destino que los mismos tuvieron", lo que generó los aplausos de sus compañeros del Frente de Todos en el recinto.
Y continuó: "Los dólares tendrían que haber financiado el desarrollo productivo y acabaron fugándose del sistema financiero y dejándonos la carga de la deuda".
Fernández también mencionó al papa Francisco a quien le agradeció públicamente en el Congreso: "De modo singular y ante los líderes de las finanzas internacionales, volvió a pedir una economía con alma".