Frente a las críticas por los aspectos más represivos de su régimen, Nicolás Maduro tuvo una serie de gestos para mostrar un "compromiso con la democracia". Fue en una conferencia de prensa internacional el pasado viernes y la palabra que más utilizó fue "diálogo".
Por un lado, el mandatario llamó a los países más cercanos a su gobierno a participar del control de las elecciones legislativas, que tomarán lugar en diciembre de este año. También les pidió colaboración para "fortalecer la democracia en su país".
Por otro, planteó que está dispuesto a abrir un diálogo con los Estados Unidos y Donald Trump, con la afirmación de que "la mejor forma de resolver estos conflicto es conversando, dialogando".
El presidente de Venezuela instó particularmente a los gobiernos de la Argentina, Panamá, México, España y otros de la Unión Europea, a que sean parte de "un proceso de diálogo, antes, durante y después de las elecciones parlamentarias".
Pero, además, tuvo un mensaje directo hacia Alberto Fernández: "Tiene una agenda compleja, ojalá tenga un espacio sensible para ayudar al pueblo de Venezuela en sus procesos de diálogo y búsqueda de paz", alegó el líder bolivariano.
"Hay elecciones para renovar la Asamblea Nacional y en varias bandas hay un proceso de diálogo muy incluyente con todos los sectores políticos para dar garantías nuevas, plenas, de todo tipo que influyan en un proceso electoral que sea lo más participativo", aseguró Maduro. Hay que recordar que la legitimidad de la actual Asamblea Nacional (o Parlamento) está bajo la lupa, desde que fue declarado en "desacato" por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), poco después de que la oposición tomara el control del Poder Legislativo en 2015.
Posteriormente, el presidente venezolano lanzó duras críticas a los gobiernos de Brasil y Colombia, que se han mostrado muy críticos con su gestión. Respecto a Jair Bolsonaro, no dudó en tildarlo de "fascista" y acusarlo de lanzar "amenazas terroristas" para buscar un "conflicto militar" contra su país.
En cuanto al colombiano Iván Duque, afirmó que en su territorio "se entrenan grupos de mercenarios" para generar violencia en Venezuela. Tras estas duras denuncias, Maduro advirtió que -de todas formas- mantiene la propuesta de "de regularizar y restablecer las vías políticas y diplomáticas, basados en el respeto" con su vecino.