El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, aseguró este mediodía que se completó la primera rueda de reconocimiento en el marco de la investigación por el homicidio de Fernando Báez Sosa, y que el primer imputado que participó de la medida fue Máximo Thomsen (20), uno de los dos rugbiers acusados de ser coautores del crimen.
Escoda aseguró que en el arranque de esta medida de prueba, que se extenderá al menos hasta el martes próximo en la Secretaría de Seguridad de la localidad balnearia, Thomsen integró la primera de las ruedas por disposición de la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, que fue observada individualmente por los dos testigos presentes.
En total, los testigos son diez -nueve amigos de Báez Sosa y un comerciante-, aunque Escoda aclaró que "a lo mejor se suman algunos más".
En cuanto al procedimiento, detalló que, a cada turno, uno de los imputados se coloca al lado de tres personas que no tienen que ver con la causa, con "características físicas similares en la medida de lo posible", y a través de una mirilla horizontal en una puerta que impide que sea visualizado, el testigo indica si reconoce a algunos de los sujetos que integran la fila.
"En el caso de que el reconocimiento sea positivo, se realiza una breve declaración testimonial en la cual especifica quién es la persona que reconoció y qué participación tuvo en el hecho", explicó.
Respecto de esta de prueba dispuesta por la fiscal Zamboni, Escoda dijo que no hubo objeciones por parte de las defensas de los imputados para su realización, y que el procedimiento es "absolutamente válido, e incluso se le pregunta al testigo si, previo al acto de la fila de reconocimiento si han visto al imputado en imágenes o fotografías, como una cuestión previa".
"No hay una nulidad por el hecho de que lo haya visto en alguna imagen con anterioridad. Puede haber otra valoración pero no una nulidad", aclaró.