Charlie Gard tiene sólo diez meses y morirá en breve. Es que este bebe padece una extraña enfermedad terminal, el síndrome de deterioro mitocondrial, y debido a eso no puede ver, oír, moverse, llorar ni tragar sin la asistencia de la máquina. El mal causa debilidad muscular progresiva y, según los expertos, suele causar la muerte en el primer año de vida.
La conmoción en el país es tan grande que la historia de Charlie llegó al Vaticano. Ayer, el papa Francisco dio su apoyo a los padres del bebe. "El Santo Padre sigue con afección y emoción el caso del pequeño Charlie Gard", indicó el Vaticano en un comunicado.
Donald Trump también brindó su apoyo, a través de un tuit. "Si podemos ayudar al pequeño #CharlieGard, como nuestros amigos en Gran Bretaña y el Papa, estaremos felices de hacerlo", publicó el presidente de Estados Unidos.