La quiebra de la empresa inglesa de turismo Thomas Cook perjudicó a unos 600.000 viajeros en todo el mundo y comienzan a tomarse medidas para evitar el pánico en Turquía, Grecia y España, los principales paises que reciben a la mayoría de los clientes de esa empresa creadora de los "paquetes turísticos".
Después de que la compañía comunicó abruptamente que no continuaba operando, 105 aviones quedaron en tierra, mientras que 600.000 personas -de las que 150.000 son británicos- quedaron varadas en 51 destinos turísticos de 17 países.
La Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA, en inglés), se vio obligada a comenzar con la mayor repatriación de británicos desde la II Guerra Mundial, tras el colapso de la empresa de turismo anunciada en la madrugada del lunes.
Se estima que el proceso para repatriar a los británicos, que comenzó ayer, durará hasta el próximo 6 de octubre. Thomas Cook entró en suspensión de pagos luego de que no prosperasen las negociaciones de emergencia con su principal accionista, el conglomerado chino Fosun, después de que los bancos exigieran un fondo adicional de 227 millones de euros para hacer frente a los meses de invierno.
La compañía vendía paquetes turísticos a 19 millones de clientes al año en 16 países.