El candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, se quitó hoy responsabilidad en la suba del dólar y, por el contrario, afirmó que lo hizo bajar de 67 a 57 pesos después de haber afirmado que una cotización de 60 pesos era razonable.
El exjefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner sostuvo que los mercados reaccionan a la baja como consecuencia de la política económica del gobierno de Mauricio Macri y no por sus declaraciones, como se le atribuye.
Señaló que "para contener el dólar" hoy se calculaba que el Banco Central iba a tener que vender "reservas por 3 mil millones de dólares" y que "por eso reaccionaron así".
"Parece que están decididos a liquidarlas (a las reservas del BCRA) a cambio de que el dólar no se escape, pero se escapó de tal modo... Llegó a costar 67 pesos hasta que yo fui y sostuve, como dijo Emmanuel Álvarez Agis, que el dólar a 60 estaba bien. Entonces, logramos bajar el dólar a 59, 58. Hoy está en 57", dijo Alberto Fernández.
En una entrevista que le concedió a Radio 10, el postulante opositor confirmó que el lunes el Presidente volvió a llamarlo por teléfono para invitarlo a que instruya a su equipo económico a reunirse con el flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, lo que aceptó pero señaló que también debería invitar a los economistas de otros espacios políticos, como Consenso Federal, que postula a Roberto Lavagna.
"Ayer me habló de la idea de juntarse (mi equipo) con el equipo de Hernán Lacunza, pero le dije que invite a todos, al equipo de Lavagna, a todos", aseveró.
Fernández sostuvo que ayer volvió a pedirle a Macri "que no mezcle la campaña con la Presidencia, porque tiene que cumplir el rol de presidente" y afirmó que "la gobernabilidad depende de Macri".
"Más que la gobernabilidad, lo que más me preocupa es la tranquilidad de la gente. No conozco ningún presidente que no tenga sobresaltos, porque la situación es compleja. Cuando estás en el gobierno estás para resolver problemas, no para que te aplaudan los éxitos. Uno debe ayudar a la gobernabilidad en tanto signifique tranquilidad para la gente", sostuvo el candidato peronista.
También cuestionó al Gobierno porque, "por un lado, el Presidente pide que las fuerzas opositoras comprendan y después la escuchás a (Elisa) Carrió diciendo barbaridades por los medios y entonces te preguntás cómo funciona esto".
Admitió, de todas maneras, que la diferencia de votos de más de 15 puntos que cosechó en las PASO produjo "una situación que tiene mucho de vértigo y mucho de limbo", porque no se sabe bien "dónde está parado cada uno".
Con la colaboración de la corresponsalía de Buenos Aires.