En 2011, Brian Risso Patrón fue condenado por asesinato y sus sueños de éxito en el fútbol quedaron truncos. Hasta entonces, el deportista era una de las promesas de Racing y jugaba en el seleccionado sub 17 junto a Mauro Icardi y Nicolás Tagliafico. Tras pasar 7 años en prisión, este fin de semana volvió a la cancha con Berazategui y anotó un golazo de chilena.
Los entrenadores de Brian en las inferiores aseguraban que iba a llegar a Primera y que sería vendido en varios millones de dólares. Pero su vida cambió el sábado 3 de septiembre de 2011. Esa noche, después de un partido de Reserva contra Estudiantes de La Plata, la policía lo detuvo en su casa y fue acusado de la muerte de Samuel Quiles, un joven de 20 años.
Fue su propio primo el que lo inculpó y ese testimonio fue clave para que lo condenaran a 11 años de prisión. Tras pasar siete años preso en la Unidad 54 de Florencio Varela, Brian recuperó la libertad en julio de 2018. Aún hoy, el futbolista que juega como delantero asegura que es inocente.
Ni bien salió de la cárcel, Racing lo incorporó como utilero en el predio Tita Mattiusi, en Avellaneda. Además, volvió a entrenar con la Reserva para ponerse en condiciones físicas, y desde hace algunos meses firmó con Berazategui.
Durante su debut en la Primera C ante General Lamadrid, Risso Patrón marcó el empate parcial con una chilena. Es el inicio de una nueva vida para el futbolista, que es la prueba de que existen las segundas oportunidades, y que hay que aprovecharlas.