Dos enormes emojis decoran el frente de una casa de Manhattan Beach, en California (Estados Unidos). Su dueña, Kathryn Kidd, los pintó sobre el frente fucsia de su vivienda.
Uno de ellos tiene la lengua afuera y los ojos desorbitados, mientras que el otro tiene un cierre tapándole la boca y también los ojos locos.
Kidd, cuya casa ya es conocida como "the emoji house" o "la casa emoji", le dijo a un medio local "Easy Reader News" que con esta iniciativa buscó "alegrar" la cuadra. "En lugar de que todos estén tan sombríos, siempre tan deprimidos, quería enviar un mensaje para ser feliz", dijo.
Pero hay una vecina que no está tan "alegre" con la decisión. Es Susan Wieland, que cree que los emojis contienen un mensaje encubierto dirigido a ella.
Wieland había denunciado a Kidd por subalquilar ilegalmente su dúplex, y la denunciada tuvo que pagar una multa de 4000 dólares.
Por eso la vecina cree que los emojis están dirigidos a ella: en primer lugar, porque miran directo a su casa, pero además, no solo porque uno tiene un cierre en la boca que indica cerrarla, o callarse, sino porque Wieland tiene extensiones en las pestañas… ¡y los emojis también!.