Las incomodidades de viajar a la Luna: qué comían y cómo hacían sus necesidades los astronautas del Apolo

Si bien la comida había mejorado respecto a viajes anteriores, la bebida y la eliminación de residuos no eran las más convenientes.

Las incomodidades de viajar a la Luna: qué comían y cómo hacían sus necesidades los astronautas del Apolo
FFM101\u002E --- (UNITED STATES), 17/07/2019\u002E- An undated handout photo made available by the National Aeronautics and Space Administration (NASA) shows the 'Apollo 11 lunar landing mission crew with (L-R) mission commander Neil A\u002E Armstrong, command module pilot Michael Collins and lunar module pilot Edwin E\u002E Aldrin Jr\u002E posing in their space suits (issued 17 July 2019)\u002EThe year 2019 marks the 50th anniversary of the first moon landing, an event seen as the peak of the United States' space program of the 1960s which put an end to the so-called 'Race to Space' between the Cold War rivals the US and the Soviet Union, that once was triggered by the USSR's 04 October 1957 launch of the 'Sputnik 1' satellite\u002E NASA astronaut Neil Armstrong made history when he stepped out of the Apollo 11's 'Eagle' landing module on 21 July 1969 and left the first human footprints on the moon\u002E EFE/EPA/NASA HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES (Aniversario Luna)

Hace 50 años ocurrió un episodio que marcó al mundo: la llegada del hombre a la Luna. Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins pisaron por primera vez el satélite luego de viajar durante cuatro días en el Apolo 11.

Aunque las condiciones de viaje dentro de la nave habían mejorado en comparación a las cápsulas utilizadas anteriormente y los astronautas podían soltarse los cinturones de seguridad, flotar por la cabina e incluso dar alguna voltereta, lo más incómodo seguía siendo la cuestión de cómo comer, beber y hacer sus necesidades.

A bordo del Apolo no se llevaba agua potable: lo que bebían los astronautas era un subproducto de las pilas de combustible en las que se generaba electricidad haciendo reaccionar hidrógeno y oxígeno. El resultado era un líquido inocuo e insípido, parecido al agua destilada y lleno de burbujas de gas, que les produjeron a los hombres gases en el estómago durante todo el viaje.

Edwin E. 'Buzz' Aldrin durante la misión espacial.(Foto: EFE/EPA/NEIL ARMSTRONG/NASA)
Edwin E. 'Buzz' Aldrin durante la misión espacial.(Foto: EFE/EPA/NEIL ARMSTRONG/NASA)

La comida, por su parte, había mejorado notablemente en comparación a años anteriores: disponían de una variedad de platos como pavo en salsa, cóctel de gambas, pastas y pastel de chocolate. Para ahorrar peso, toda la comida a bordo iba en forma deshidratada y envasada al vacío o cortada en porciones que pudieran tomarse en una cucharada. Cada plato estaba en una bolsa de plástico con una boquilla por donde agregar agua, el contenido se mezclaba durante tres minutos.

Diferentes eran los menús preparados para consumir en la Luna: sopa de pollo, estofado, fruta seca y jugos. Además, por si el viaje en el espacio aumentaba las ansias de comida de los astronautas, tenían a su disposición pan y ensalada de jamón, envasadas en tubo para esparcirse fácilmente sobre la tostada.

(Foto:EFE/EPA/NEIL ARMSTRONG/NASA)
(Foto:EFE/EPA/NEIL ARMSTRONG/NASA)

Comer era una tarea, relativamente, cómoda. No lo era el proceso opuesto. Todos los astronautas, odiaban el sistema de eliminación de residuos, en especial, los sólidos. Ir de vientre podía suponer tres cuartos de hora de preparaciones: abrir el traje de vuelo, seleccionar una bolsa de plástico adhesiva, adaptarla a las nalgas y utilizarla confiando en que hubiese quedado bien sujeta.

Luego, los astronautas debían echar una pastilla germicida en cada bolsa de heces y amasar bien su contenido. El paquete se guardaba en un cajón hermético, en la confianza de que su contenido no fermentase y produjese gases que podían reventarlo. Si esto sucedía, el compartimento disponía de un sencillo sistema de alarma.

Por otro lado, el manejo de la orina era más simple. Una manguera provista de un adaptador intercambiable para cada astronauta. El líquido se expulsaba directamente al exterior a través de una válvula y un tubo de descarga. Como en el espacio la orina podía congelarse y obstruir la tobera de salida, esta iba calefactada. Y, para garantizar un buen flujo del calor, estaba recubierta con una fina capa de oro, el mejor conductor de temperatura.