Un imponente homenaje llevaron adelante este viernes alumnos, maestros, padres y hasta autoridades municipales a Stella Colazo, la vicedirectora del colegio Santiago de Liniers, que se retira de la actividad tras 35 años de docencia.
"Cuando me bajé de la camioneta y vi grandes banderas, alumnos frente a la escuela, los conos y los inspectores municipales porque la calle estaba cortada, no podía creer lo que estaba pasando. ¡Porque tanto movimiento si soy una simple maestra!", reflexionó; sin embargo, al evento no falto nadie.
Stella contó en primera persona a Vía Alta Gracia lo que sintió minuto a minuto, desde que comenzó el acto, las palabras alusivas, la entrega de una medalla de oro por parte del colegio, una placa recordatoria que entregó la cooperadora, el video con decenas de recuerdos, y muchos momentos más.
De todos modos, y a pesar de los festejos que califica como "un momento único que nunca voy a olvidar", deja un espacio para la reflexión: "Hay mucha violencia en todos los niveles. No tenemos que acostumbrarnos a eso, los maestros tenemos que buscarle la vuelta y volver a construir el vínculo con los padres", sintetiza.
"Todos estuvieron involucrados en este festejo. Mi familia, que fue mi sostén todo este tiempo para que yo cumpla mis sueños y objetivos, los padres de la cooperadora, y sobre todo la directora, esa excelente persona que fue mi dupla durante doce años, Elida Favalli", resalta.
Entre todas las frases de agradecimiento que manifestó cargada de emoción, hay una que, sin dudas, no se escucha con frecuencia: "He disfrutado de mi tarea laboral, he vivido a pleno mi docencia. El maestro cumple un rol muy importante en la vida de las personas, los que lo somos, debemos tomar eso con la responsabilidad. El colegio Santiago de Liniers, donde pasé mis últimos 30 años de vida, fue mi segundo hogar, tal cual lo fue para mi familia también", dijo.