Este viernes en la ciudad de Alta Gracia se concretó un acto muy significativo para la comunidad católica. El Intendente Facundo Torres entregó esculturas del Cura Brochero a las Parroquias Nuestra Señora de la Merced, Sagrado Corazón de Jesús y Buen Pastor.
Las figuras fueron realizadas por el artista
, quien acompañó en el acto. También estuvieron presentes e
l secretario de Gobierno e Intendente electo, Marcos Torres
, el secretario de Turismo
y la directora de Turismo
.
El cura párroco Marcos Cabrera, expresó "Confiamos en que muchísima gente de nuestra comunidad y turistas sobre todo porque pasan mucho por La Merced y esperemos que llegue ese estímulo del Cura Brochero para vivir entregandonos y dejando la vida si hace falta por los demás".
Significado de las esculturas
Mirar sin ojos: con una mirada profunda, aun cuando es evidente la falta de los ojos. "El lograr la mirada" del cura gaucho fue después de muchos intentos, recién medio año más tarde, faltando poco para la beatificación. Una mañana, escuché de casualidad en la radio la Cantata Brocheriana cuando dice: "Se fue camino del cielo José Gabriel del Rosario; iba cieguito y leproso". Entonces dejé lo que estaba haciendo, corrí al taller, le saqué los ojos a la escultura. ¡Y me miró! Sentí que él me decía que cuando se quede ciego, quieto y enfermo, entonces pude ver", declaró, Julio Incardona.
De la mano del Breviario: "Con su mano llagada por la lepra, apoyando en el pecho su gastado breviario, como signo de sostener el dolor y la enfermedad desde la palabra del Divino Maestro".
Desgranando Rosarios va: "En su otra mano, desgrana rosarios, recibiendo consuelo, ante la adversidad, en La Purísima cómo le llamaba a nuestra Madre Celestial, aquí encuentra fortaleza para seguir adelante, en este lado, su pierna se encuentra adelantada sobre una piedra nevada de su querido Valle, derritiendo el frío de la helada de nuestros corazones".
Sus harapos del camino: "Sobretodo y Sotana gastada especialmente en sus rodillas, El Poncho que muchas veces le sirvió de techo para la helada, el sombrero de anchas alas, ya en vida enmarcando la aureola de su santidad, lo protegen del sol de la siesta, sus zapatos y bastón gastados son los signos, entre otros, de su infatigable deambular en busca de almas para Dios".