Durante la jornada se colocaron más de 80 dosis tanto a adultos como a niños. “No se trata solo de un beneficio personal sino también de una responsabilidad colectiva”, afirmó la encargada de Epidemiología del Municipio, Adriana Basombrío.
La profesional de la Salud sostuvo que “la jornada fue positiva, vacunamos a más de 80 vecinos y vecinas entre adultos y niños, que era uno de los objetivos que nos habíamos propuesto”.
“Aplicamos primeras, segundas, terceras y cuartas dosis. A las terceras dosis se las llama primer refuerzo, y a las cuartas dosis se las denomina segundo refuerzo”, apuntó Basombrío, y explicó que “entre la primera y segunda dosis deben transcurrir 28 días, y los refuerzos se deben colocar cumplidos los cuatro meses de la dosis anterior”.
Dijo que “a veces notamos lo que en vacunología se denomina reticencia, que es que algunas personas piensan que una vacuna es mejor que otras o que causa menos efectos adversos”, por lo que “en esos casos tratamos de despejar dudas y, de acuerdo a las dosis que recibieron, determinamos qué vacuna convenía que se aplicaran”. Y agregó que las autoridades nacionales de Salud decidieron que desde el 25 de mayo “se inoculen refuerzos a niños y niñas entre 5 y 11 años con vacunas específicas de acuerdo a la edad”.
La epidemióloga municipal remarcó que la Argentina “está atravesando una cuarta ola de la misma variante que se dio en enero, la omicron, ahora con dos subvariantes más transmisibles, pero que gracias a la vacunación se manifiestan en forma más benigna”.
Por último, Basombrío aseveró que “hay que favorecer y fortalecer la vacunación porque mientras más gente haya vacunada y con esquemas completos, mayor va a ser la protección”.