Los pasajeros del vuelo 1893 de Aerolíneas Argentinas, que debía despegar este domingo desde Ushuaia, deberán esperar para viajar a Buenos Aires. Es que la partida del avión se suspendió luego de un incidente difícil de imaginar en otros países del mundo.
Según relataron testigos del hecho y confirmaron fuentes de la compañía ante la consulta de Infobae, el comandante se descompensó luego de que un integrante de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) lo presionara para leer un reclamo gremial en medio del vuelo.
Se trata de un comunicado que cuestiona la política aerocomercial del Ministerio de Transporte, critica el ingreso de las empresas low cost y alerta sobre distintas cuestiones que ponen en riesgo la seguridad. El mensaje se enmarca en el conflicto que los gremios aeronáuticos mantienen con el Gobierno, que impulsa una apertura en el mercado con el objetivo de revitalizar el tráfico aéreo.
Los problemas comenzaron en el vuelo AR 1892, que hace la ruta inversa Buenos Aires-Ushuaia. El sábado por la mañana, cuando el piloto llegó al check point de Aeroparque -un área donde los comandantes reciben información y retiran planillas atinentes a la planificación del vuelo- fue abordado por un gremialista de APLA -sería miembro de la Comisión Directiva- que se encontraba intentando aleccionar a varios integrantes de la compañía para que leyeran el panfleto.
Ante la negativa del piloto de leer la proclama en medio del viaje, se produjo una intensa discusión y un forcejeo que se disipó cuando el sindicalista -también comandante de Aerolíneas Argentinas- amenazó a su colega: "Quedate tranquilo, esto después lo resolvemos afuera".
Afectado emocionalmente por las presiones recibidas, el trabajador se descompensó en pleno periplo hacia Tierra del Fuego y debió ceder el control de la aeronave a su copiloto. Al llegar a destino, médicos del centro clínico ubicado en el aeropuerto detectaron que tenía 13-17 de presión arterial y lo derivaron a un hospital.
Como generalmente el regreso a Capital Federal es realizado por la misma tripulación, el vuelo que aguardaban 173 pasajeros en medio de la temporada alta por las vacaciones de invierno fue cancelado.
Aerolíneas Argentinas se hizo cargo de los gastos e intenta reubicar a todas las personas que debían aterrizar el domingo a las 16:55 en Aeroparque. Sin embargo, hay casos para los cuales no hay reparación alguna. Por ejemplo, cuentan que una señora se quejó ante los empleados de la empresa porque padece cáncer y este lunes por la mañana debía someterse a una sesión de quimioterapia en Buenos Aires. Hubo otras situaciones de pasajeros que se quejaron porque hoy los esperaban en sus lugares de trabajo o debían afrontar cuestiones personales cuya postergación les genera un daño incalculable.
Tras el episodio, el piloto presentó un informe a sus superiores y la conducción de la aerolínea de bandera está analizando los pasos a seguir.