Como cada invierno desde hace más de quince años, Dolores Barreiro, eligió Cerro Castor para esquiar junto a cuatro de sus hijos, Salvador (15), Milo (13), Suria (7) e Indra (3) -el mayor, Valentino (18), se quedó en casa preparando la tesis de su trabajo anual del último año del secundario-. Y, como cada vez, preparó valijas con cascos, antiparras, guantes y botas para que a nadie le faltara abrigo en la excursión al fin del mundo.
Fanática del esquí, desde muy chicos les inculcó a sus hijos el amor por la montaña y la nieve, algo que ya se convirtió en una pasión familiar con cita impostergable en Ushuaia.
Llegó al fin del mundo acompañada por su hermana, Bernardita Barreiro (27), y por su ex suegra, Virginia (tras más de veinte años de amor Dolores se separó de Matías Camisani hace cuatro meses) la top despuntó el vicio de deslizarse sobre las tablas custodiada por sus varones mientras Indra, la princesa de la casa, jugaba en la base con su abuela (recién el último día, parece que accedió a ponerse los esquíes).
Dolores se hospedó con su troupe en una de las exclusivas cabañas del Castor Ski Longe, aprovechó el flamante spa cinco estrellas levantado al pie de la montaña y rodeado por el bosque de lengas -que el centro invernal inauguró como parte de la celebración por los 20 años- para premiarse con un jacuzzi al aire libre. Y pese a que una tormenta de nieve no les permitió esquiar el día completo -como el miércoles 7-, ella improvisó dos programas, uno para grandes y otro para chicos: los adultos comieron cordero y durmieron la siesta; los chicos armaron muñecos de nieve y patinaron sobre hielo.
Por las noches, nadie quería perderse la comida en el restaurante Morada del Águila, donde Indra tiene plato y postre favoritos: papas fritas a caballo y helado con confites de colores (ella misma va a la cocina para dar instrucciones). Siempre pendiente de todo, el jueves, mientras subían al cerro en los medios de elevación, grabó un video en el que sus hijos le deseaban suerte a su papá (aunque están separados, Dolores y Matías tienen muy buena relación), que al día siguiente inauguraba la muestra fotográfica "Treinta veces India" en el teatro Seminari de Escobar. Aunque Dolores evitó hacer declaraciones sobre su corazón, se supo por su entorno que propuestas y candidatos le sobran.