El Rabino Salomón Joaquín Nussbaum, santafecino, graduado en 1987 y desde entonces ejerce el Rabinato de la Sociedad Unión Israelita Tucumana, Kehilá de Tucumán. Vivió su infancia en la Colonia “La Juanita”, donde se radicaron, como inmigrantes sus abuelos y padres Judíos Alemanes. Recuerda que la instalación en ese lugar fue “gracias a la gestión de la Jewish Colonisation Asociation, organización de protección creada por el Barón Mauricio Hirsch, que asistió en Argentina y otros países a personas perseguidas por regímenes autoritarios, como los Progroms y el nazismo entre otros”.
Se mudaron a Moises Ville, considerada la Jerusalén Argentina, población dedicada básicamente a la tarea agropecuaria. Su vocación lo lleva inicialmente a estudiar Veterinaria en la la Ciudad de La Plata. Nació el 16 de agosto de 1952, casado con la conocida médica Dora Ana Reitich y tienen un hijo: Eytlan. En una de las pocas entrevistas que concedió, esta fue la conversación con Nussbaum.
- ¿Y cuál es su tarea y cargo específico?
- Mire yo hace casi 35 años soy rabino en la Comunidad de Tucumán, en la Kehilá de Tucumán, que es la sociedad que está en las calles en la calle piedras al 980 y vine, lógicamente, era muchísimo más joven de lo que soy hoy. Tenía 35 años menos y, de verdad, vine pensando que venía por un periodo corto y bueno estoy aquí, ya pensando que está etapa llegaba a mi probable cierre, en un par de años de mi tarea. Y realmente, muy gratificado, porque en Tucumán encontrado mi lugar. He forjado mi familia. He establecido un proyecto que me llena de orgullo y, realmente, tengo también muchísimo reconocimiento que vivo y que realmente gozó.
- ¿De dónde es oriundo usted?
- Yo soy oriundo de la provincia de Santa Fe, de una colonia donde mis padres, que eran inmigrantes de Alemania, que vinieron antes de la Guerra Mundial, se instalaron. Allí crecí. Hasta los 11 años viví textualmente en el campo. Después nos mudamos a una población, que tiene su reconocimiento, que se llama Moisés Ville o que se conoce también como “Moisés Vil”, que se consideraba en la Argentina, como la Jerusalén de la Argentina, porque este era un reducto que se fundó de los inmigrantes que vinieron originalmente de la persecución en Europa Oriental. Se establecieron en una colonia que fue un modelo de crecimiento y de desarrollo. Allí me eduqué, me formé como maestro y, después, mi vocación me llevó a estudiar veterinaria. Como de alguna manera no quería desvincularme de la realidad comunitaria, me fui a vivir a La Plata. Estudié en la Universidad de La Plata. Allí me gradué como veterinario, En esa etapa triste de la argentina. Yo me mude en el 75 allí. Desde el 76, viví en La Plata los años trágicos de la dictadura. Mi proyecto era graduarme de veterinario retornar a mi pueblo de origen, pero bueno, el pueblo se había, de alguna manera reducido mucho con las inundaciones y las cuestiones del lugar desactivaron la perspectiva activa como Comunidad y sus Proyectos. Ya no me daban la posibilidad de seguir con mis prioridades, entonces, decidí hacer una segunda carrera y estudié para rabino en Buenos Aires, en el seminario rabínico Latinoamericano. Allí me gradué y estuve trece meses estudiando en Israel, capacitándome y allí me gradué. En el único lugar donde ejercí como rabino es en Tucumán.
- ¿Cuánto tiempo es la carrera?
- Mire, en si, nuestra carrera es una carrera que demanda también ser graduado universitario.
- Entonces es un postgrado.
- Claro. Normalmente los colegas estudian simultáneamente la carrera de rabino con la carrera universitaria, normalmente. La mayoría de ellos buscan Ciencias Sociales o Filosofía. Somos pocos los veterinarios que nos graduamos como rabinos. Pero normalmente implica cuatro o cinco años de estudios firmes. La mayoría de los alumnos en el seminario estudian más de 5 años porque al hacer la carrera simultánea, les implica más tiempo, porque no pueden dedicarse en plenitud a ninguna de las dos carreras.
- ¿Porqué vino a Tucumán?
- Y vine a Tucumán, porque en realidad me ofrecieron esa oportunidad. La comunidad de Tucumán, me becó para poder terminar mis estudios, cosas que de algún modo también me facilitó el proceso. Y realmente, me encantó, al poco tiempo de estar trabajando en Tucumán, el idealismo y el estilo con el cual en la comunidad de Tucumán se trabajaba. Me parecía que era muy diferente, a lo que yo conocía, por ejemplo, de mi experiencia en La Plata y de otras ciudades. Y realmente esa realidad me ganó. Mis primeros 5 años en Tucumán fueron como soltero. Me casé con una tucumana, y bueno, formamos nuestro hogar y de alguna manera toda la vivencia familiar y la vivencia particular la tengo integrada que allí en este ámbito junto a mi esposa y mi hijo.