Este martes, los fiscales intervinientes en la causa de José Alperovich, en la cual fue denunciado por su sobrina por abuso sexual, pidieron la indagatoria del exgobernador tucumano y actual Senador Nacional, justo en el mismo día en el que pidió la prórroga de su licencia para cumplir su función pública en la Cámara de Senadores. Solicitan que, se indague a José Alperovich en el marco de la causa y sostuvieron que los hechos que le imputaron “se enmarcan en un contexto de violencia sexual, intrafamiliar y acoso laboral por razones de género”.
El pedido fue realizado por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°10 de la Capital Federal, interinamente a cargo del fiscal Santiago Vismara, y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), a cargo de Mariela Labozzetta.
En el dictamen, los fiscales remarcaron que los casos de abuso sexual, ocurridos en 2017, se cometen en un ámbito de intimidad donde no siempre es posible contar con testigos directos de lo ocurrido. “Por ello, las mujeres víctimas de esta clase de agresiones y abusos enfrentan grandes dificultades para denunciarlos, todo lo cual ha llevado al trazado de políticas públicas que, desde el servicio de justicia, se vienen desarrollando hace algunos años, a fin de garantizarles una asistencia eficaz y oportuna”, sostuvieron.
“Puede sostenerse que la prueba más trascendental en estas causas son los dichos de la víctima y los elementos reunidos deben evaluarse bajo la directriz que establece la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer”, consideraron.
Además agregaron en el dictamen que, “las mujeres, por el hecho de ser mujeres, padecen de forma desproporcionada la violencia en el ámbito intrafamiliar, y la padecen con características distintivas, dado que en ese espacio las relaciones entre mujeres y varones atravesadas por el género adquieren más intensidad”, consideraron. De forma que destacaron en el caso, que la relación de asimetría estaba atravesada también por la relación laboral que tenía la denunciante con Alperovich y la posición de poder que éste ostentaba, no solo en la cuestión de trabajo sino a nivel provincial y nacional.
También hicieron hincapié en la relación familiar. La joven relató, incluso, el contexto de “permanente control y humillación en el que se desenvolvía esa relación, el constante tono imperativo de él hacia ella y la naturalización del entorno de frases obscenas proferidas por él y dirigidas a ella y a otras personas”.