Este lunes, 5 de febrero, se inicia el juicio en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº29, de la Capital Federal, contra José Jorge Alperovich, quien fue gobernador de la provincia, desde 2003 al 2015. La causa es por presunto abuso y violencia sexual contra una sobrina y colaboradora durante su campaña electoral del 2019.
En el expediente, la víctima denunció que los hechos ocurrieron a fines de 2019, mientras se desempeñaba como asistente del entonces Senador. Indicó que los presuntos abusos y ataques se produjeron en Tucumán y en un departamento de la zona porteña de Puerto Madero. Se anunció que habrá más de 80 testigos y, entre ellos, el exgobernador de Tucumán y exjefe de Gabinete, Juan Manzur. La defensa del exmandatario estaba a cargo del actual ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cuneo Libarona y ahora está su hermano Matías Cuneo Libarona.
El juez Osvaldo Rappa, quien procesó a Alperovich, dijo que “la víctima sufrió un sometimiento sexual ultrajante. Basta decir simplemente que la persona para la cual trabajaba no se trataba de un desconocido para la víctima, sino una persona pública con poder político que ostentaba en la provincia de Tucumán luego de haber sido Gobernador durante tres periodos consecutivos, e integrante de su familia, aunque fuese lejano”. El padre de la victima es primer hermano del acusado.
Nació el 13 de abril de 1955 y en 1995, fue elegido legislador por la Unión Cívica Radical, de la mano del ex diputado nacional Carlos Courel. En el año 2003, es elegido por primera vez gobernador por el peronismo.
Estuvo 12 años en la gobernación de la provincia. Algunas cosas se hicieron para que el pudiera mantenerse ese tiempo en el mandato.
Antes de su candidatura, el arzobispo de ese entonces en Tucumán (hoy cardenal y está en el Vaticano), monseñor Luis Héctor Villalba dijo que en el programa televisivo “Primer Plano”, que para que una persona que no era católica sea gobernador, tenia que reformarse la constitución provincial. Lógicamente, el mensaje tenía nombre y apellido: José Jorge Alperovich, que era el candidato del PJ. La Constitución sancionada por el bussismo en 1990 (promulgada el 22 de Enero de 1991) hablaba del culto Católico, Apostólico, Romano y que el gobernador debía jurar “por Dios, la Patria y los Santos Evangelios”. Hizo un planteó, a través del doctor Francisco Sassi Colombres, en la justicia para que declararan inconstitucional ese artículo. La justicia le dio la razón. Entonces fue el primer gobernador en occidente, después de unos 500 años, que tenía origen judío , según lo señalaron algunos medios nacionales e internacionales.
En la reforma constitucional que él impulsó y que hoy está vigente, sancionada el 6/6/06, tuvo un artículo a su medida. El principio de esa carta magna provincial señalaba que el gobernador no podía ser reelegido más de un mandato. Sin embargo, en la clausula transitoria, en el articulo 159, decía: Los mandatos de Gobernador, Vicegobernador, Legisladores, Intendentes, Concejales y Comisionados, en ejercicio al momento de sancionarse esta reforma, no serán considerados como primer período a los efectos de los Artículos 90, 45, 133 y 132, inciso 3º). Por tanto quedan habilitados para ser candidatos en las elecciones generales de 2007 y se considerará al período 2007-2011, como el primero. Es decir le dejaban ocho años para seguir gobernando.
Por supuesto, varios constitucionalistas locales y nacionales se ocuparon del tema planteando la inconstitucionalidad, pero no tuvieron suerte y los fallos le salieron favorable a él.
Para muchos tenía la suma del poder en la provincia. Era implacable y no tenía piedad con sus adversarios. A algunos les llegó a decir que se tendrían que ir de Tucumán, mientras el sea gobernador. Muchos de esos contrincantes todavía están activos, así que siguen con exceptiva lo que pase en este juicio oral. Nunca antes había estado en situación igual. No hubo ninguna denuncia penal en su contra que lo obligara a concurrir a los tribunales. Este caso, en particular, lo alejó de la vida pública desde el momento de la denuncia. Suelen decir que lo ven en la zona de la concesionaria familiar, ubicada en calle San Lorenzo al 200 o que está en su finca en Santiago del Estero.