Ya pasó un año de aquel 20 de marzo en el que el presidente Alberto Fernández anunciaba la primera cuarentena obligatoria en todo el territorio nacional para evitar el avance del coronavirus.
Con el diario del lunes, la premura de la decisión es cuestionada desde diferentes sectores, sin embargo cada argentino vivió de manera única esta situación inédita que afectó y aún lo hace, a todo el mundo. Desde Vía Tucumán dialogamos con cuatro tucumanas con distintos profesiones y actividades diarias, para conocer cual ha sido su experiencia durante el 2020.
“Recuerdo que fue toda una incertidumbre no saber que pasaría, que era lo que seguía. Cuan grave era la pandemia y en qué nivel llegaría acá. Uno veía las noticias sobre Italia por ejemplo y te daba mucho miedo”, comentó Mónica Valdéz, una joven docente de la ciudad de Concepción.
Con relación a la extensión de la cuarentena, asegura que, “si imaginaba que se extendería y al principio fue difícil estar en casa sin saber que pasaría. Lo único que uno escuchaba después de las 19 era la policía que hacia su trabajo controlando que se cumpla la cuarentena y nada más, las calles desoladas”.
Desde lo laboral, la afectó directamente, “ya que trabajaba en ese tiempo en un materno que a mitad de año no pudo continuar y cerró”. Además agregó que, “el encierro fue algo a lo que nos fuimos adaptando de a poco. Era lindo por momentos porque había más tiempo para compartir en familia pero también a la hora de trabajar virtualmente uno ya necesitaba su espacio y su lugar”.
Sofía Salomón se desempeña como personal de la salud en el hospital Eva Perón, por lo que vivió la pandemia desde un lugar diferente. “Recuerdo mucha incertidumbre, miedo e ignorancia de parte de toda al sociedad al enfrentarnos a algo totalmente nuevo. Me tomó por sorpresa porque siempre creí que era algo lejano, algo que nunca iba a llegar a Argentina”, sostuvo.
“Jamás me imaginé que fuese tan largo. De hecho aún no puedo creer que no haya terminado. Al comienzo si tenía miedo por mis seres queridos. Trabajo en un hospital y al ver que mi familia estaba muy preocupada por mi decidí dejar el miedo de lado y trasmitirles tranquilidad”, enfatizó la joven estudiante de 28 años.
Con relación a los cambios en su vida cotidiana nos contó que le, “costó mucho asumir que no podía hacer casi nada de mi rutina “normal” (deporte, salidas nocturnas, almuerzos familiares). Vivo sola y estuve totalmente aislada de mi familia xq sentía que si los veía los ponía es riesgo, eso sí me ponía triste y de hecho es lo que más me costó.
“Por suerte el sector de la salud nunca dejó de trabajar, al contrario. Digo por suerte porque hubiese sido tremendo para mi pasar de tener una vida super activa a estar totalmente encerrada. Ahora de a poco volví a mis actividades”, dijo, además reflexionó para cerrar, que, “en líneas generales tanto provincia como país siento que en estas últimas semanas nos relajamos mucho. Lamentablemente esto aún no terminó y tenemos que redoblar esfuerzos para no volver atrás“.
Evelin Cortez es mamá y agente de Infantería de la Unidad Regional Oeste de la Policía de Tucumán. Durante la cuarentena tuvo que ensamblar sus actividades diarias con su profesión siendo personal esencial.
“Pensé que la cuarentena sería solo por un tiempo, que iba a ser algo más leve, nunca me imaginé q llegaría a tal extremo. No me imaginé nunca q sería por tanto tiempo, y q iba a haber tantos infectados y personas fallecidas”, recordó.
Con relación a su trabajo explicó que, “nosotros nunca paramos, nunca estuvimos en cuarentena, tuvimos que estar cuidando a los ciudadanos y que se cumplan con las disposiciones, por su bien y el de todos en realidad. Tuvimos mucho más trabajo, y tuvimos q andar concientizando a la gente. En el ámbito familia, con muchísimos cuidados y creando nuevos hábitos para prevenir el contagio”, agregó Cortez.
Cinthia Reinoso vivió una experiencia sin duda inolvidable: fue mamá por segunda vez en plena pandemia. Al momento de decretarse la cuarentena obligatoria la joven oriunda de Lules se encontraba embarazada de ocho meses. “Ese día estaba hablando con mi marido por teléfono, porque el es chófer, le comentaba las noticias y estaba preocupada por lo que se estaba viviendo a nivel mundial con un virus nuevo y desconocido, y sobre todo preocupada porque estaba con ocho meses de embarazo de nuestra hija”, contó.
”El encierro fue algo nuevo para todos, tuve una niña en plena pandemia, la cual fue conocida a través de un vidrio por sus abuelas y virtualmente por el resto de familia y amistades”, contó la joven. “Una de las ventajas nuestra fue tener acceso a internet y a la tecnología y así sentirnos cerca aunque no nos podamos ver”, agregó.
En lo laboral Cinthia narró como afectó a su familia: “En el tema trabajo, yo estuve de licencia por maternidad, luego me reintegré, con mucho cuidado y cumpliendo protocolos porque en casa me esperaban mis hijos. Lamentablemente sufrí la falta de empatía de la sociedad en general hacia el trabajo de mi marido, que es camionero y hacia otros trabajadores”.
“La situación actual me pone en alarma, más al pendiente de los cuidados cuando tengo que salir, ya que veo a la gente muy relajada, no usa barbijo, no respeta el distanciamiento, y los casos están en aumento. Sólo espero que las cosas mejores y los casos desciendan y empiecen a ser más solidarios y empáticos todos en general” concluyó.