Nuevamente en Yerba Buena ocurrió un episodio de violación de la cuarentena obligatoria en un country y en esta oportunidad incluso, el infractor amenazó con hacer despedir a los guardias y al administrador por cumplir con su trabajo.
El protagonista en esta oportunidad es un empleado del Poder judicial de Tucumán, que incumpliendo el decreto nacional de aislamiento social preventivo y obligatorio, salió a hacer ejercicio en las calles internas del country Los Azahares. Al ser detectado por los guardias de seguridad, quienes le tomaron una foto mientras incumplía la medida, los increpó y amenazó al administrador con hacerlos correr del trabajo y armarles una causa penal.
Por resolución judicial, los trabajadores de seguridad privada de la provincia deben de informar bajo apercibimiento de ley toda violación a la cuarentena por la pandemia del coronavirus. "Todos los trabajadores de las empresas referidas precedentemente deberán poner en conocimiento de este Ministerio Público Fiscal, en forma inmediata, por vía telefónica mediante un mensaje de Whatsapp al número 3812380307 (Denuncias – MPF), la identidad de todas aquellas personas que realicen tareas o actividades recreativas, deportivas, sociales, de esparcimiento o cualquier otra violatoria de las medidas de prevención y seguridad adoptadas en el marco de la pandemia COVID-19, dentro de los barrios privados, barrios cerrados, countrys, u otros consorcios en los que vuestras empresas prestan servicio", cita un extracto del oficio N° 32, expediente 21103/2020.
Las amenazas del sujeto que se desempeña como funcionario del Poder Judicial de Tucumán fueron grabadas y los audios se difundieron a través de diferentes grupos de WhatsApp.
"Escuchenmé, porteros. ¿Por qué no se preocupan a cuidar el country? No me rompan el pingo, por favor les pido. Así. Y si te lo tengo que decir de frente, te lo voy a decir de frente. Al que ha pasado recién (un guardia), que a ese lo tengo entre cejas, lo voy a hacer correr pal pingo a ese. Le voy a armar una causa penal y lo voy a hacer correr pal pingo. Así que pido, por favor, no me rompan el pingo. Dediquensé a cuidar, a informar quién viene y a levantar la barrera; nada más. Lo que pase adentro es problema mío como propietario. ¿Estamos? Nada más, gracias", dice el infractor a los porteros.
Luego, amenaza al administrador del lugar: "Escuchame, administrador. A ver. O me cambiás los porteros que hay o si no te voy a seguir molestando a vos hasta hacerte correr pal pingo a vos. ¿Estamos? O me cambiás, porque ya no puede ser que yo no pueda salir a la calle a buscar mi perro porque ya piensan cualquier cosa. Te pido por favor decile a tus porteros que no se metan conmigo; nada más te pido".