Este martes desde las 19:30 horas en las instalaciones del Museo Mulazzi, la escritora y periodista tresarroyenses Silvia Renée Arias Surer presentará su última novela “Ninguna mujer decente”
Para la ocasión la escritora estará acompañada del profesor Diego Jimenez.
Periodista y narradora, Silvia Renée Arias nació en Tres Arroyos, Buenos Aires.
Es autora de Bioy en privado (Lázara Grupo Editor, 1998); Los Bioy (Tusquets, 2002), finalista del Premio Comillas de España y editado también en dicho país; Paola Kaufmann. Una vida iluminada (Ediciones del Árbol, 2012); Bioygrafía. Vida y obra de Adolfo Bioy Casares (Tusquets, 2016), y de las novelas El íntimo traidor (Letras del Sur, 2018), y Solamente muero los domingos (Azul Francia Editorial, 2021).
Desarrolla su actividad periodística en distintos medios y es reseñista del Suplemento Cultura del Diario Perfil. Algunos de sus cuentos han sido publicados en antologías, como El Impulso Nocturno (2007), y Mujeres que alzan la voz (2009).
Sobre “Ninguna mujer decente”
La historia cuenta las vicisitudes de una alumna de un taller literario.
Dice en la contratapa el destacado escritor Luis Mey: “El maestro Beltrán Pérez Gasquet ha muerto, y aquellos alumnos que conformaban su Curso de la Noche, acéfalos ahora, se reúnen en Villamarina, el pueblo del mitológico escritor, para rendirle un homenaje, decir unas palabras, mantener viva su obra, las ideas aprendidas en el curso, despreciar las nuevas. Quizás, aunque menos probable, intentar que el grupo siga unido.
En esta novela metaliteraria (funciona, también, como libro sobre el oficio de la escritura), Silvia Renée Arias nos presenta una obra maestra que padeceré si, entre muchos otros lectores, no se encuentran las personas que me rodean.
Entre el duelo y las amistades renovadas de Ámsterdam, de Ian Mac Ewan, o los secretos y odios velados de El último encuentro, de Sándor Márai, la broma de la vida en el arte y la finitud de la obra sobrevuelan cada página. Una invitación a sentarnos sobre la figura de ese maestro para reír y llorar, hasta alcanzar el giro narrativo más hermoso, aquel que pregunta: ¿Y ahora qué hacemos? No sin antes, sin embargo, intentar desenterrar lo oculto”.