El tresarroyense Ezequiel Gómez encara un proyecto inédito: la construcción de un picódromo de 500 metros de hormigón en en Lisandro de la Torre al 2600. La iniciativa, que lleva casi cuatro años de trabajo, busca profesionalizar las picadas y ofrecer un espacio seguro para autos, motos y cuatriciclos.
Gómez, preparador con más de siete años de experiencia en motores, explicó:
“Tengo el taller hace casi ocho años, donde armo autos de picada, de carrera, de lo que sea. La idea arrancó en intentar ser lo más completo posible. Gracias a Dios armamos un taller bastante equipado y la frutilla del postre fue este proyecto. Mucha gente me dice que en Argentina nadie está haciendo algo así. Y es cierto: es un desarrollo único”.
El emprendedor destacó el esfuerzo personal detrás de la obra:
“Hace casi cuatro años arranqué el proyecto. Es algo millonario, pero todo sale del taller, a puro pulmón. No pienso en recuperar la inversión, pienso en terminarlo y que empiece a funcionar. Con los años se irá recuperando solo”.
La pista, que se llamará simplemente Picódromo Tres Arroyos, está diseñada bajo normas de seguridad de la COPAN y ya fue observada por la Federación. “Esto no va improvisado, tiene que cumplir con todas las exigencias porque si no, no me habilitan nada”, aclaró.
Además detalla que el piso de hormigón fue elegido especialmente:
“Es uno de los mejores para este deporte. No es asfalto negro común, sino un material que permite que se vea realmente el trabajo que tienen los motores. Si corrés en un piso malo, no se demuestra todo el desarrollo que hay detrás”.
“Para Tres Arroyos va a ser inmenso. Estamos haciendo una de las mejores pistas del país para picadas. Esto va a atraer turismo, va a mover la gastronomía, los alojamientos, las estaciones de servicio. Ya se habla mucho y hasta vinieron personas de Neuquén y del conurbano a conocer la obra. Eso es muy importante”.
Contará con sanitarios, cantina, accesos y estacionamiento para el público. En cuanto al uso, Gómez señaló:
“La idea es que haya espacio tanto para autos como para motos y cuatriciclos. Queremos darle profesionalismo. Muchos clientes nuestros viajan a Olavarría, Bahía Blanca, Buenos Aires o Neuquén a correr, y no todos pueden hacerlo. Ahora van a tener un buen lugar acá. Además, buscamos que la gente deje de hacer picadas en la calle y lo haga en un lugar controlado”.
Finalmente, Gómez dedicó un mensaje a quienes lo acompañaron en este proyecto:
“Atrás mío están mis viejos, que me dieron siempre ánimo, y toda mi familia. También los clientes y amigos que confían en el taller. Para mí es una alegría inmensa que todo esto empiece a tomar forma. El picódromo es un sueño, pero también será una oportunidad para la ciudad”.