Con más de 15 años de experiencia en el rubro, iniciada en el 2008, Emilia Aiello se consolidó como una de las referentes locales en ambientación y organización de eventos. Su marca, Emilia Aiello Eventos, combina creatividad, sensibilidad y profesionalismo. Tras un tiempo de pausa en plena pandemia, hoy retoma su camino con renovada energía, nuevas ideas y una clara convicción: acompañar con amor y dedicación los grandes momentos de sus clientes.
“Hace más de quince años que me dedico a esto”, cuenta Emilia Aiello. Su recorrido tuvo diferentes etapas, con momentos de intensidad y otros de reflexión. “Cuando fui mamá de mi primera hija, que hoy tiene siete años, seguí trabajando, pero con menos carga. Después de esa temporada, el cuerpo y la cabeza me pasaron factura, así que decidí continuar con los eventos que tenía programado hasta marzo del año siguiente y luego dejar por un tiempo”, recuerda.
Esa decisión coincidió con la llegada de la pandemia: “El último evento que tenía era un casamiento muy grande en la Rural y se suspendió justo cuando cerraron todo. En ese momento sentí que no quería volver a hacer esto nunca más”, admite. Sin embargo, el tiempo trajo nuevas perspectivas: “Durante ese tiempo hice cosas muy puntuales, un evento al año, con clientes de mucho tiempo. “De a poco me fui dando cuenta de que algo dentro mío me decía: ‘A vos esto te gustaba, esto te hacía bien’. Y empecé a reconectarme con esa Emilia que había quedado olvidada”.
En ese período, nació su segundo hijo, Emilia también exploró otros caminos. “Me formé como doula, necesitaba conectar con la maternidad y entender lo que me pasaba. Fue hermoso, pero después sentí que ya era suficiente y que quería volver a crear, a hacer con las manos, a inventar. Entonces dije: ‘¿Por qué no darme una segunda oportunidad?’”, relata.
Hoy, su vuelta a los eventos está marcada por una madurez distinta. “No me equivoqué al parar. Había que hacerlo, era necesario. Pero también entendí que esto es lo mío”, afirma.
Aunque no se considera “una marca registrada”, reconoce que su estilo tiene identidad propia: “Veo las caras de los novios, de las quinceañeras o de las familias cuando entran al salón y se emocionan, y eso me llena de alegría. Hacemos fiestas, y la gente está de fiesta. Eso es muy gratificante”.
Sobre el oficio, Emilia reflexiona: “Acompañamos momentos muy importantes, sobre todo en la vida de las mujeres. Las quinceañeras, las novias, las madres… Todo está conectado. Me encariño con las familias, con los novios, y es hermoso verlos crecer o volver a cruzarte con ellos en nuevas etapas”.
Respecto a la evolución del sector, Aiello destaca los cambios de los últimos años: “Desde 2008 hasta hoy, todo evolucionó muchísimo. La tecnología, la ambientación, las luces, los efectos especiales, las pantallas, todo aporta nuevas posibilidades. En Buenos Aires se ven cosas impresionantes y, aunque en el interior los presupuestos son otros, tratamos de inspirarnos en esas tendencias y adaptarlas”.
“Tambien los presupuestos son muy amplios, depende de un montón de factores, desde el menú, desde la técnica que quieras hasta la cantidad de flores o mobiliarios. Las posiblidades son infinitas”.
“Hoy se estila mucho lo que se llama eventos a destino que son lo que se hacen en locaciones particulares, como un campo, una casa o un terreno. Obviamente que eso requiere una logística totalmente distinta a realizar un evento en un salón”.
Su trabajo, aclara, se apoya en un equipo amplio: “Yo no hago todos los servicios. Cuando me piden la organización integral, tercerizo, pero siempre elijo proveedores que conozco y en los que confío. Hay todo un grupo detrás: desde seguridad y limpieza hasta fotografía, gráfica, música o servicio de emergencias. Es fundamental lograr un equipo sólido”.
A la hora de elegir, Aiello no duda: “Soy fan de los casamientos. Me encanta acompañar ese proceso, desde la idea hasta la fiesta. Es un día muy importante, y saber que cuando los novios recuerden su casamiento también se van a acordar de mí, me emociona mucho”.
Con la temporada fuerte de eventos en marcha, Emilia afronta el futuro con entusiasmo, pero también con equilibrio. “Trato de ser consciente de mi realidad: tengo dos chicos chicos, y eso también cuenta. A veces acelero y después tengo que frenar. Pero lo importante es que sigo haciendo lo que amo, y eso me impulsa siempre hacia adelante”.
Por contactos: Instagram: @emiliaaiello.eventos
