Tolhuin está ubicado en el centro de la Isla de Tierra del Fuego, sobre la cabecera del Lago Fagnano o Khami, distantes 104 kilómetros de la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia.
En la primera jornada del ciclo, el Director de Turismo Roberto Berbel, recibió al equipo y mostró las instalaciones de la oficina de turismo. "Tenemos variada información. La tenemos en español, portugués, francés. alemán y en inglés, y la disponibilidad permanente del infoclima", resaltó Berbel y agregó que "Tolhuin es la capital nacional del encuentro con un mismo", haciendo referencia al estado de tranquilidad y silencio que impera en la zona. Muchas personas eligen esta ciudad para disfrutar de esos silencios.
Se realizó una caminata desde la oficina de turismo hasta la emblemática panadería del centro de la ciudad. En el trayecto, el director de turismo de Tolhuin, enseñó la Casa de la Cultura y mostró las esculturas realizadas en la última fiesta de la lenga, que se realiza en la ciudad. También mostró la antigua capilla construida por piedra y madera autóctona de la zona.
Al llegar a la panadería, el anfitrión fue el señor Emilio Saez, propietario de la panadería que rinde homenaje permanente al Doctor René Favaloro y a los héroes del Submarino A.R.A San Juan. Allí contó parte de la historia de cómo él llegó a la isla en los años 80' y cómo se radicó en el corazón de la provincia.
"Yo vine en el año 83' y en el 85' ya me vine para acá. Era un pueblito de no más de 100 habitantes. Yo venía buscando un lugar en el mundo y lo encontré. Cuando pasé por acá a los 2 meses de vivir en Ushuaia, me invitaron a conocer Rio Grande y vi toda esta naturaleza que hay acá y dije 'este es mi lugar y acá me vengo'", recordó Emilio.
Él es nacido en Mar del Plata, pero siempre quiso migrar. Así fue que vivió en el sur y también fue a España. Cuando volvió decidió radicarse en Tolhuin luego de aprender el oficio de panadero, "estuve un año trabajando sin cobrar y durmiendo arriba de una bolsa de harina, yo tenía 30 años", dijo.
Cuando vivía en Ushuaia, "iba a la iglesia de Don Bosco y San Martin. Los domingos, a la primera misa, iba con mis cositas a pedirle a Dios o a la virgen que estaba ahí que me ayudara, que me diera una mano. Siempre lo recuerdo y me emociona mucho, sin saber lo que me iba a esperar", expresó "Una mañana, muy temprano, nevaba muchísimo, había dos señoras grandes en primera fila y yo atrás, no había nadie. En un determinado tiempo de mi plegaria, sentí un toquecito muy suave en la nuca y una voz muy tenue que me decía 'lo tuyo ya está concedido', entonces yo miré para los costados y no había nadie", contó.
Actualmente viendo el tiempo transcurrido, las instalaciones de la panadería, la popularidad que ganó con esfuerzo propio y el de sus empleados puede decir que sus plegarias fueron escuchadas. "Tengo una teoría muy básica, imagino que son los caminos que uno elige en la vida", dijo Emilio, "yo elegí este camino, la bondad, la buena onda, ser amable", remarcó. Él fue catalogado (por un diario) como el mejor jefe del país, luego de construir una casa para que sus empleados se tomen unos días fuera de las vacaciones. "yo soy lo que soy gracias a ellos", resaltó Emilio.
Esta y muchas historias más rondan en la provincia más austral del país y donde los protagonistas están caminando entre la gente, por las calles y veredas de las ciudades y pueblos. Están ahí y son dignos de ser conocidas y escuchadas.
