El 5 de junio Diana Abregú fue encontrada muerta en una celda de una comisaría de la ciudad bonaerense de Laprida. Desde entonces se comenzó una investigación para determinar las causas del fallecimiento ya que presentaba signos de asfixia. El resultado preliminar de la segunda autopsia al cuerpo de la joven de 25 años descarta la teoría de un suicidio y complica a los 5 policías implicados en el caso.
La joven jugaba en la Primera del Club Atlético Lilán. En la mañana de aque domingo fue demorada por una contravención y trasladada a la Estación de Policía Comunal de Laprida, localidad situada a unos 500 kilómetros de Capital Federal. La causa investiga a los oficiales de guardia que estuvieron en el día de su muerte.
El informe de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) indicó que “no se observó surco de ahorcadura” en el cuello. Y puntualizó que “no se constataron lesiones en músculos del cuello ni se constataron alteraciones en laringe”. Al mismo tiempo estimó que el deceso fue provocado por un ”síndrome general asfíctico”.
“A la espera de los informes finales, este resultado echa por tierra la hipótesis del suicidio, tal como habían sostenido los funcionarios policiales desde el primer momento”, remarcó el informe.
Las críticas de la Comisión Provincial por la Memoria
La entidad también apuntó contra los efectivos implicados: “La escena en que fue hallado su cuerpo fue armada por los funcionarios policiales para ocultar lo ocurrido, confirmando varios indicios obrantes en la causa. Es necesario profundizar la hipótesis del homicidio y la responsabilidad de los funcionarios policiales que fraguaron la escena de la muerte”. En este caso, la CPM invterviene como Particular Damnificado Institucional en su carácter de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura.
“A pesar de las enormes irregularidades de la primera autopsia, y de estar al frente de una unidad especializada en delitos de violencia institucional, el fiscal Ignacio Calonje defendió el primer estudio, incompleto y deficiente, oponiéndose durante semanas a la realización de esta nueva autopsia”, criticó el organismo.
Y se enumeró que en la primera autopsia “no se realizaron radiografías, fotografías completas ni filmaciones conforme lo establecen los protocolos vigentes, además no se completaron extracciones de piel que podrían dilucidar el origen de algunas lesiones que se observaban ya en ese momento”.