El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires informó en su último boletín epidemiológico que a lo largo de este año se confirmaron 248 casos de Triquinosis y seis brotes de la enfermedad en distintos municipios. De acuerdo al informe, “hasta la primera semana de septiembre se notificaron 582 casos sospechosos de esta enfermedad, de los cuales 248 fueron confirmados, 27 se analizan como probables y 304 aún continúan en estudio”.
La cartera sanitaria, a cargo de Nicolás Kreplak, detalló que los municipios que acumularon mayor cantidad de casos son Coronel Suárez (37%), Guaminí (20%) y Adolfo Alsina (17%). En esa línea, se detalló que Coronel Suárez presentó 42 casos confirmados, Guaminí 50; Adolfo Alsina 42; Saavedra 17; Ayacucho 15; Chivilcoy 5; Hipólito Irigoyen y Trenque Lauquen 4; Rivadavia y Salliqueló 3; Bahía Blanca y Junín 2; mientras que Coronel Dorrego Púan, Ezeiza, Luján, Balcarce, Tandil, General Lamadrid, 25 de Mayo y Lezama 1 caso cada uno.
Además, se destacó que lo que va del año se registraron seis brotes de triquinosis. Cinco fueron de extensión limitada en los municipios de Chivilcoy, Coronel Dorrego, Ayacucho, Tres Arroyos y Olavarría; y uno de mayor magnitud que afectó a 12 municipios: Adolfo Alsina, Bahía Blanca, Coronel Suárez, Guaminí, Puán, Saavedra, Hipólito Irigoyen, Rivadavia, Salliqueló, Daireaux, Pellegrini y Trenque Lauquen.
Se especificó que, de los brotes registrados, cinco fueron por consumo de faena casera, en tanto que el brote que tuvo mayor extensión fue debido al consumo de productos de origen comercial. Además, se informó que los focos fueron contralados por los diferentes organismos nacionales, provinciales, regionales y municipales.En este sentido, se destacó que a todos los casos evolucionaron favorablemente y se proporcionó el tratamiento correspondiente.
Se explicó que la triquinosis o trichinellosis es una enfermedad parasitaria causada por las larvas y parásitos adultos de nematodes del género Trichinella spp, que afecta al ser humano, mamíferos domésticos y silvestres, aves y reptiles. Esta enfermedad se transmite al ser humano, de modo accidental, por la ingestión de carne o derivados cárnicos, crudos o mal cocidos, que contengan larvas musculares viables.
En nuestro país, la principal fuente de infección para el ser humano es el cerdo doméstico, aunque también existen otras, como el jabalí o el puma. Los brotes se producen en su mayoría durante la época de bajas temperaturas, relacionado al momento del año en que se realiza con mayor frecuencia la faena de animales provenientes de crianza familiar, como la elaboración de chacinados y embutidos, debido a que no se necesita de una cámara frigorífica para preservar los alimentos.
El tratamiento temprano de las personas expuestas es fundamental para disminuir la probabilidad de desarrollo de formas graves de la enfermedad. La cartera de salud, además, extendió recomendaciones para los equipos de salud en caso de brote o epidemia y a los consumidores.
En este sentido, destacó que los profesionales sanitarios deben identificar a todas las personas expuestas con el fin de disponer en cada caso las acciones médicas que correspondan (diagnóstico, evaluación clínica y tratamiento); identificar la fuente de infección; dar intervención inmediata a las Instituciones o Servicios extrasectoriales que tienen incumbencia en el control del foco.
En tanto, la población debe consumir carne de cerdo y derivados frescos bien cocidos hasta que desaparezca el color rosado (temperatura interna: 71ºC); tener en cuenta que salar o ahumar la carne no es suficiente para matar al parásito; adquirir los productos derivados, chacinados y embutidos (como jamón, panceta, longaniza, chorizos) solamente en comercios habilitados y verificar en la etiqueta que hayan sido elaborados por empresas autorizadas donde especifique marca, identificación del lote, fecha de elaboración y vencimiento, establecimiento elaborador y registro ante la autoridad sanitaria.