Ambienta en Nevada en la década del ‘20, “El poder del perro” es el nuevo western de Netflix que estrenará el 1 de diciembre con el protagonismo de Benedict Cumberbatch, Kirsten Dunst, su pareja, Jesse Plemons, y Kodi Smit-McPhee.
Se trata de la gran apuesta de la plataforma para la próxima temporada de premios con cuyas actuaciones busca destacarse en los Premios Oscar. Cuenta la historia de dos hermanos: Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons), adinerados propietarios de un rancho.
Dueños de personalidades y rasgos muy diferentes, las cosas se complican cuando George se casa con Rose (Dunst) y ella y su hijo Peter (Smit-McPhee) se mudan al rancho. Estos cambios no le agradan para nada a Phil, de perfil más cruel, quien comienza un ataque psicológico sistematizado contra la esposa de su hermano su joven hijo.
El personaje de Kirsten Dunst es el de una gentil posadera, viuda y madre de un hijo adolescente muy sensible. Durante toda la trama, debe soportar el maltrato de su cuñado quien busca ponerla en ridículo y la lleva hacia el alcoholismo.
Dirigida y guionada por Jane Campion, fue grabada en Nueva Zelanda. Si bien el rodaje se vio interrumpido por la pandemia de coronavirus, tras la cuarentena todo el equipo pudo retomar la producción.
“Rose es muy diferente a mí. Tengo que suavizar mi voz y mis modales. Soy de Nueva Jersey y allí somos gente muy ruidosa. También es muy insegura. No verbaliza nunca lo que le sucede. Simplemente lo asimila y lo sufre por dentro. Su autoestima y todo su ser van siendo engullidos por este hombre y el daño sutil que le va haciendo”, reveló la ex protagonista de “Spider Man” en entrevista con Vogue.
Y contó cómo fue la experiencia de preparar el personaje de la mano de Campion: “Me preguntó qué cosas de mi pasado le podía aportar a Rose. Hablábamos sobre ella para llegar al fondo de sus sentimientos. ¿Qué se ve por fuera y que le está pasando realmente? A Jane le gusta indagar en la psicología que hay detrás de las motivaciones, el dolor y el miedo”.
“Jane me hizo limpiar su departamento. Quería que Rose fuera una mujer dura. Regenta una posada, quería asegurarse de que yo hiciese las cosas de verdad y supiera utilizar todas las herramientas”, confesó.
Además detalló cómo logró interpretar escenas tan duras de maltrato junto a Cumberbatch y aseguró que ensayaron durante dos semanas y escenificaron “cenas ficticias para llenar los espacios en blanco de lo que sale en la película”. “Benedict y yo no nos hablábamos durante el rodaje. A veces, no hablaba con nadie para que se me hiciera un nudo en la garganta. Te sientes muy pequeñita. Entiendes por lo que está pasando el personaje”, recordó dramática.