El granizo en La Pampa provocó severos daños en los cultivos y grandes pérdidas

La fuerte tormenta registrada este lunes en el norte provincial destrozó sembrados de trigo, maíz, girasol y soja.

El granizo en La Pampa provocó severos daños en los cultivos y grandes pérdidas
Panorama desolador en los cultivos de Intendente Alvear (La Nación)

Una amplia zona del norte pampeano fue barrida por una feroz tormenta de lluvias, viento y granizo provocando grandes daños en los cultivos de la cosecha fina y los sembradíos de la cosecha gruesa.

El intendente de Embajador Martini, Ariel Bogino, comentó en una entrevista con Radio Don: "A mí, que tengo el campo cerca del pueblo, me llevó el 50 ó 60 por ciento de la cosecha, pero después algunos productores me comentaron que les llevó el girasol prácticamente todo y a los trigos los quebró".

Las marcas que dejó la piedra en Speluzzi (Twiter @mariquilovera)
Las marcas que dejó la piedra en Speluzzi (Twiter @mariquilovera)

Los vecinos de las localidades afectadas dijeron que cayeron grandes piedras "del tamaño de naranjas", que provocaron destrozos en sembrados, automóviles, herramientas agrícolas, techos y ventanas.

"La piedra no dejó nada, se llevó la cosecha fina, y lo que se había ya sembrado, ni pasturas quedaron, el daño es total. También hay gran cantidad de animales autóctonos muertos", relataron algunos productores.

Así quedó el girasol en Colonia Barón (Twiter @diegosallaberry)
Así quedó el girasol en Colonia Barón (Twiter @diegosallaberry)

Diego Sallaberry, productor de Colonia Barón, dijo a La Nación que el granizo le llevó el 70% de lo sembrado. "Tenía trigo y cebada para cosechar, además de maíz, girasol y soja implantados. Hubo una primera tormenta que pasó tipo tornado con viento y agua. Allí se volaron silos y techos. Después hubo otra tormenta, algo que nunca vi así, y cayó piedra de manera muy intensa".

"Venimos de una inundación en la campaña 2016/2017, seca en la 2017/2018 y ahora eso en la 2018/2019. Te dan ganas de abandonar todo. Tristeza, bronca, amargura, impotencia. Y la presión impositiva es cada vez mayor", concluyó, desesperanzado, Sallaberry.