Tras la muerte del niño de tres años en manos de su padrastro se supo que la familia del hombre estaba siendo monitoreada por el Municipio de Santo Tomé.
La Secretaría de Salud, Acción Social y Medio Ambiente, Natalia Angulo, y la coordinadora de Políticas de Género y Violencia Familiar, Carina Depaoli detallaron que Carlos Pérez, señalado como responsable del crimen y hallado sin vida en el penal de Coronda, pertenecía a "un amplio y conflictivo grupo familiar atravesado por la violencia, el consumo abusivo y el delito".
Según Angulo, nunca fue fácil trabajar con ellos "porque son de los grupos que no adhieren a ningún tipo de sugerencia y acompañamiento".
"Tenemos antecedentes de trabajo con ellos desde el año 2009, ya que son un amplio y conflictivo grupo familiar de barrio Libertad. incluso se han tomado medidas de protección excepcional con niños de ese núcleo atravesado por la violencia familiar, el consumo abusivo y el delito", añadió.
Depaoli, por su parte, sostuvo: "Aquellas familias rodeadas por lo delictivo y los consumos problemáticos, tienen la facilidad de esconderse del Estado, de evadirlo, están fuera de todo sistema y por más que uno intente, hay casos que directamente no se pueden tratar porque ellos mismos no te dejan".
En el ámbito judicial el padrastro había sido investigado por una tentativa de robo calificado y en 2017 se le habían atribuido amenazas calificadas por el empleo de arma de fuego en el marco de violencia de género.
Por otra parte, las funcionarias municipales aclararon que no existían antecedentes de intervenciones en el caso del menor Jorge Bachelli en el que se encuentra imputada Florencia Zajur como coautora del asesinato de su hijo tras darle una brutal golpiza. La autopsia constató 59 lesiones y 19 de ellas en el cráneo.
La otra hija de la acusada permanecía internada debido a que también había sido agredida, y de manera preventiva la Dirección de Niñez de la provincia había determinado su alejamiento del círculo familiar.