La pandemia de coronavirus exige que se extremen los cuidados sanitarios, y si bien es una medida que siempre hay que tener en cuenta, desde Aguas Santafesinas (ASSA) salieron a pedir que no se derroche el suministro.
En dicho pedido nada tiene que ver el COVI-19, sí en cambio la acentuada bajante del río Paraná que en algunos casos ya genera complicaciones en las tomas de agua para su potabilización en diferentes ciudades de Santa Fe
El titular de la empresa, Hugo Morzán, brindó este viernes un reporte de la situación haciendo hincapié en al situación más crítica que al parecer se registra en la localidad de Rincón.
"Hemos tenido nuestro primer incidente en Rincón hace 10 días. Allí tuvimos que recurrir a una bomba de profundidad y ayer colocamos otra más para garantizar el ingreso de agua a la planta potabilizara", explicó el titular de la compañía, sobre el alquiler de los equipos que cuestan 7.500 dólares cada uno.
La enumeración de punto críticos continúa en Monje: "en la toma del acueducto de Monje también se estudiaron alternativas y la incorporación de una bomba de profundidad parece como la solución más factible".
En la toma de Santa Fe capital también se anticipan dificultades. "En la planta de Santa Fe tenemos capacidad para anticiparnos y allí también estamos atendiendo a medidas paliativas. Vale aclarar que en ninguna ciudad hemos tenido hasta el momento que disminuir el flujo de procesamiento de agua", aclaró Morzán, en contacto con Canal 3.
En el Gran Rosario hay dos plantas potabilizadoras: una dentro de los límites de la ciudad, y otra en Granadero Baigorria. "En el complejo de ASSA en Baigorria no hay dificultades, sí en cambio en la planta Avellaneda, como denominamos a la tradicional toma que está en la zona norte de la ciudad de Rosario. Alí sí podemos tener dificultades", agregó.
"Aprovechamos que la sociedad está muy sensibilizada en torno al manejo responsable de la salud para pedir colaboración y un uso racional del agua potable", solicitó el presidente de ASSA.