Alejandro Gómez es albañil, trabaja hace más de 35 años en el rubro y tiene una cualidad poco común, se destaca colocando cerámicos. Tal es así que el santafesino decidió probar suerte en el Mundial de colocación de cerámicas en China y salió subcampeón.
Gómez es hijo de una ama de casa y un padre verdulero. Comenzó a trabajar en el mundo de las mezclas, cementos, arena y ladrillos gracias a su tío con el cual se cruzan trabajan juntos en alguna obra.
Movido por la curiosidad y la necesidad de ganar dinero, Gómez le pidió al hermano de su padre que le enseñe el oficio y de esa manera salió a trabajar para llevar plata a su casa. Claro que en un momento una decisión cambió su vida.
Su tío le dijo que era hora de concentrarse en las cerámicos, tal vez una de las tareas más difíciles del rubro ya que hay que tener en cuenta muchos detalles para que queden perfectamente colocadas.
Alejandro se destacó de inmediato, casi como si fuera una cualidad innata y de hecho hay muchas constructoras que lo buscan para realizar esta tarea.
Hace unos meses, su tío Alberto se enteró que en China se iba a realizar el sexto mundial de colocación de cerámicas. Si bien al principio se hizo complicada su presencia por una cuestión económica, luego lo invitaron a participar.
Alejandro viajó hasta el otro lado del mundo y se quedó con el segundo puesto. En el certamen participaron 21 chinos, y otros albañiles de Marruecos, España y Australia.
En diálogo con LT10, Gómez explicó que en 2018 lo invitaron al concurso a nivel nacional para ver quien era mejor en la especialidad. "Gané en la provincia y después hubo una final en Buenos Aires de 18 concursantes, uno por provincia. También gané", contó.
"Pensé que la cosa terminaba ahí pero en febrero de este año me dicen si quiero participar del Mundial en China. Yo no entendía nada. Igual lo veía imposible. Pero le dije que sí", dijo Gómez.
Al momento de hablar del certamen disputado en China, el albañil señaló que hubo 100 preguntas con formato múltiple choice y que sólo erró dos. Luego fue el turno de la práctica.
"En la competencia te da una pared de ciertas dimensiones y te dan varios metros cuadrados con un dibujo mezclado. Ahí lo tenés que armar en dos horas y un jurado de 15 personas analizaba si estaban bien pegados, si estaban bien hechas las juntas, la prolijidad y la limpieza de la zona, y las herramientas", contó.
El santafesino precisó para hacer esa tarea "no hay grandes secretos y como todo trabajo si se hace con amor y responsabilidad hay buenos resultados".