La autopsia de Diego Román, el niño de 12 años hallado sin vida en un descampado en Recreo, reveló que fue mutilado.
El menor estaba desaparecido desde el miércoles por la tarde. Lo último que se sabía de él era que había asistido como todos los día a la escuela y algunas personas lo habían visto por la tarde jugando a la pelota con unos amigos. La siguiente noticia fue que había muerto.
De inmediato los vecinos hablaron de violencia doméstica, versión que fue avalada por la propia hermana de Diego que por el maltrato sufrido dijo haber abandonado la casa en la que ellos vivían junto a su padre y madrastra.
La madre del niño también habló de golpes y responsabilizó a su ex y su pareja durante su pedido de justicia.
El cadáver fue hallado en la noche del jueves, antes de las 23 por el vicepresidente del Club Social Central Oeste y luego arribaron al lugar bomberos voluntarios y efectivos de la policía.
El niño estaba desnudo y con visibles signos de violencia en un descampado. Además presentaba lesiones similares a las que podría provocar la mordedura de un perro.
El examen forense confirmó que el menor presentaba múltiples heridas de arma blanca y que fueron practicadas con diferentes tipos de elementos cortantes.
Hasta el momento no se precisó cuántos cortes tenía con exactitud (se hablaba de una treintena), ni la cantidad de elementos con los cuales lo lesionaron hasta provocarle la muerte.