El intendente Emir Félix marcó su postura a favor de la realización de la obra de Portezuelo del Viento y destacó la importancia de trabajar mancomunadamente con todos los sectores de la política para lograr su ejecución.
"El proceso de Portezuelo no tiene que tener grietas. Tenemos que empujar todos juntos para que se pueda concretar la obra. Este es un proceso que encabeza el Gobernador y nosotros vamos a seguir apoyándolo, como venimos haciendo", insistió.
Félix aseguró que la decisión del Coirco el viernes pasado de insistir con un nuevo estudio de impacto ambiental "es un golpe el que recibimos en el Sur de manera significativa, tenemos muchísimas expectativas sobre esa obra y vamos a seguir acompañando la estrategia que marca el Gobernador".
El cacique sanrafaelino consideró que "los estudios que tenemos son suficientes para poder iniciar la obra" y luego reconoció que "nos sorprendió que Río Negro y Neuquén cambiaran su postura, y a poquito de poder licitar nos digan que no se van a aprobar los estudios".
Igualmente Félix respaldó que Mendoza avance en el proceso licitatorio. "Estoy totalmente de acuerdo con la posición del gobernador seguir adelante con los procesos de la obra. Vamos a tener que buscar la manera de que Neuquén, Río Negro y Buenos Aires nos acompañen. Hay que trabajar para revertir esta circunstancia tan dura, para lo que vamos a necesitar el apoyo de la Nación".
"Portezuelo no debe tener grietas, todos tenemos que apoyar la obra y no politizar las acciones. Tenemos que dialogar con Río Negro y Neuquén para que avalen la posibilidad de empezar la obra, ya que no se oponen al dique sino que piden más estudios", agregó.
Sobre este punto el intendente sanrafaelino planteó la posibilidad de "armar una comitiva que mantenga un diálogo con esas provincias y ver si los estudios se pueden hacer mientras se construye la represa para no demorar la obra".
El intendente sanrafaelino apoyó públicamente al mandatario en su lucha para llevar adelante la construcción de Portezuelo del Viento, pero de paso introdujo un reclamo que también lleva décadas en el sur mendocino y está asociado a la represa en Malargüe y por ahora no está contemplado: el trasvase de aguas del río Grande al Atuel.
Durante su alocución planteó la necesidad de seguir avanzando para "llegar al objetivo que necesitan sanrafaelinos, alvearenses y algunos sectores de Malargüe, con el trasvase del Río Grande al Atuel o en su defecto de los ríos El Cobre y Tordillo al Salado, para que sean afluentes del Atuel y de esta manera lograr más agua para la producción".