El miércoles por la siesta la Policía de San Luis detuvo a una banda sanjuanina que con el "cuento del tío", hace dos semanas, estafó exitosamente. El miércoles lo intentó nuevamente en la capital sanjuanina, pero le salió mal, porque alguien los puso en fuga y escaparon hacia San Luis. Luego de que eludieran el puesto de control de limítrofe los detuvieron tras una persecución de cinco kilómetros.
La banda estaba compuesta por tres hombres y una mujer, que en realidad son oriundos de Mendoza, y la Policía de San Luis les encontró en sus pertenencias unos 8.400 pesos, que serían el botín del ardid consumado el miércoles por la mañana.
Según informó El Diario de la República, fuentes de la Policía de San Juan reveló que los detenidos son Ismael Gallardo, de 32 años, Pablo Barboza, de 26, Sergio Enrique Arias, de 32, y Vanesa Soto, de 34.
De acuerdo a los policías de la Subcomisaría 20ª de San Jerónimo, los sospechosos les dijeron que dos son primos, que el otro es amigo y que la mujer es cuñada de este último.
Dos de los detenidos tienen antecedentes penales y uno de ellos admitió que estuvo detenido en una cárcel de Mendoza, pero salió en libertad y todos los meses tiene que ir a firmar un libro de control, en los tribunales de la provincia vecina.
Lograron capturarlos el miércoles por la siesta, en cercanías de la entrada a la localidad de San Jerónimo, a 30 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Luis.
"Andábamos en el móvil, haciendo un recorrido por la ruta 15, que une Balde con San Jerónimo, para controlar el tema de los animales, cuando nos llamaron de la subcomisaría para avisarnos que el Centro de Operaciones había llamado para ordenar que identificáramos un automóvil que venía de San Juan, perseguido por un móvil de la Policía de allá", detalló el jefe de la Subcomisaría 20ª, oficial principal Heraldo Torino.
Les habían informado que tres hombres y una mujer circulaban en un Ford Focus blanco.
El alerta del Centro de Operaciones indicaba, además, que el vehículo fugitivo ya había pasado por el puesto del control limítrofe de La Tranca y el conductor, en vez de detenerse ante la indicación de los efectivos de ese destacamento, había esquivado el retén y había seguido el escape hacia el sureste, en dirección a la capital de San Luis.
A las 14:20 efectivos del pueblo efectivos con chalecos antibalas y armas largas salieron a la ruta nacional 147. También se plegó un móvil de la Policía Caminera que andaba por la región.
"Decidimos no ponernos en medio de la ruta porque iba a ser muy visible, podían vernos a lo lejos y escapar por otros caminos", indicó Torino.
Los esperaron apostados en el costado de la ruta y luego de un rato vieron aparecer un auto como el que les habían indicado.
Inmediatamente los policías se subieron a los vehículos y los persiguieron, incluso tuvieron que acelerar para alcanzarlos y empezaron a hacerles señas de luces y a darles otras indicaciones para que se detuvieran pero el conductor hacía caso omiso, su objetivo era huir.
Es así que los efectivos decidieron "encerrarlos", uno de los móviles pasó al Focus y se le puso por delante, para evitar que siguiera acelerando, y el otro lo presionó desde atrás, hasta obligarlo a detenerse. Fue recién después de cinco kilómetros de persecución, dijo Torino.
Cuando les preguntaron si venían de San Juan, los ocupantes del auto contestaron que sí. Y cuando los interrogaron sobre qué andaban haciendo, contestaron que "habían ido a pagar una promesa a la Difunta Correa".