El sábado pasado por la noche la Policía de San Luis allanó una vivienda, en la localidad de Quines, donde funcionaba el juego clandestino. Padre e hijo, que vivían ahí, quedaron detenidos y les hallaron dinero en efectivo y un arma.
El hombre mayor era el dueño del local mientras que su hijo estaba encargado de la mesa de juegos. Ambos residían en la vivienda ubicada en la intersección de las calles Mariano Moreno y Carolina Tobar García de la mencionada localidad puntana.
Según revelaron fuentes policiales a El Chorrillero durante el allanamiento había 20 personas jugando. La Policía de San Luis secuestró mesas de juego de dados y de naipes, 30 dados, cinco juegos de naipes, 50 fichas, dos vasos para arrojar dados y otros elementos; fibra detector de billetes apócrifos, $30 mil y un revólver calibre 32.
Padre e hijo "fueron puestas a disposición del juzgado interviniente y se les recepcionó declaración”, aseguraron desde Relaciones Policiales.