El 2 de septiembre al mediodía José Javier Bechis, de 19 años, recibió un disparo en el brazo izquierdo por un compañero – aparentemente de manera accidental – lo que le provocó un paro cardíaco. Sucedió mientras realizaban tareas de entrenamiento en el polígono del Ejército Argentino en Salinas del Bebedero, a 25 kilómetros de la capital puntana.
Bechis hacía solo tres semanas que vestía el uniforme del Ejército Argentino y este miércoles la Justicia Federal comenzará con las pericias a los 50 fusiles FAL que secuestraron anteriormente en el campo de tiro del Ejército Argentino.
Las pericias a las armas las realizará la División Balística de la Policía Federal Argentina (PFA), en Buenos Aires.
Además la fiscalía hace unos diez días que recolecta testimonios de las personas que se encontraban en el campo de preparación y de las autoridades del Ejército.
Cristian Rachid, el fiscal Federal, declaró a El Chorrillero: "No descartamos ni siquiera que no haya sido un homicidio intencional. Por supuesto que si no fuese el caso, hay que analizar que no se haya tratado de un homicidio imprudente".
Luego sumó que con las pericias sabrán de que fusil fue que salió el tiro, así como también "desde la instrucción teórica impartida a los aspirantes, hasta la forma en que se organizó y se llevó a cabo la práctica de tiro".
La autopsia realizada al cuerpo de Bechis determinó que su deceso fue por un "shock hipovolémico por traumatismo cerrado de tórax causado por proyectil de arma de fuego". En esa oportunidad también extrajeron la bala.
El Ejercito Argentino, tras el hecho, publicó un comunicado lamentando la muerte del soldado y afirmó que fue "accidental".
Pero Rachid concluyó: "Teniendo los resultados y cuando concluyan las testimoniales, se deberá determinar responsables y formular imputaciones".