El lunes la Cámara Penal 1 de Villa Mercedes en San Luis condenó a Matías Ezequiel Calderón a seis años de cárcel por los intentos de homicidio, ocurridos en junio de 2015, a Marcelo Mercado y a Amadeo Machuca. Lo sentenciaron por "lesiones graves calificadas por el uso de arma de fuego con exceso en la legítima defensa" en el caso de Mercado y por "lesiones graves calificadas por el uso de arma de fuego" por el segundo hecho.
Los jueces, antes de leer el veredicto, le preguntaron a Calderón si quería decir algunas palabras: "Soy inocente de lo que se me está acusando" exhortó.
Hace cuatro años, cuando fue detenido por los dos ataques, Calderón aseguró que era inocente y el lunes pasado volvió a negar su responsabilidad en los hechos.
Su abogado defensor Pascual Celdrán aseguró que el fallo le pareció exagerado y que "ninguno de los dos hechos fueron probados. En uno de ellos, en el de Machuca, las dos personas que reconocieron a Calderón circulando en la parte trasera de la moto dijeron que no vieron quién disparó", señaló el letrado a El Diario de la República.
En relación al caso de Mercado argumentó que "para que haya un exceso en la legítima defensa se tiene que saber cómo fue la agresión del otro y esa otra persona fue a la casa de mi cliente con un cuchillo, a atacarlo... Entonces, no sé dónde está el exceso acá", detalló Celdrán.
El segundo caso de agresión, en relación a Machuca, ocurrió en las 960 Viviendas. La víctima fue baleada por un grupo de jovenes que iban en moto: "Nadie vio si el que disparó fue Calderón. Lo cierto es que los Machuca son una familia conflictiva, a la que ya le habían quemado un quiosco, le habían atacado la casa a tiros y le habían tirado bombas molotov. Están atacados desde hace mucho tiempo, no sé por qué, pero mi cliente no los conoce", relató el abogado defensor.
El fiscal Néstor Lucero había solicitado que condenaran a Calderón a siete años de prisión. Pascual Celdrán, el abogado defensor, había pedido la absolución de su cliente, por el beneficio de la duda. Finalmente el tribunal lo condenó a seis.
Durante la etapa de alegatos Lucero se apoyó en los informes médicos y en los testigos: "Las situaciones fueron corroboradas a partir de los testimonios y pruebas ofrecidas en el debate, al igual que las lesiones producidas a las víctimas".