Patricia Coria y Natalia Pablo, la dueña de la estética EROS y su hija respectivamente, declararon en el juicio que las mantiene acusadas de promover y facilitar la prostitución entre sus empleadas para beneficiarse económicamente. Ambas mujeres dijeron que desconocían cualquier situación similar en el centro de belleza y masajes para hombres.
Coria declaró por alrededor de 40 minutos sobre su carrera profesional antes de abrir la estética. A continuación apuntó contra la denunciante, una exempleada de EROS. Además, afirmó desconocer qué sucedía entre sus empleadas y los clientes en las habitaciones como que si había situaciones sexuales era por decisiones de las trabajadoras y no una política de la empresa.
La mujer sólo respondió las preguntas efectuadas por sus abogados defensores Leonardo Villalba y Laura Reus, pero no permitió lo mismo del fiscal Juan Manuel Gálvez. Momentos después declaró la hija de la propietaria de EROS, Natalia Pablo.
La joven, acusada de ser coautora de los delitos de promoción y facilitación de la prostitución, también se despegó de los hechos que le imputa la Justicia. Indicó que no estaba al tanto de los turnos para clientes ni de la organización del lugar, a la vez que señaló que no tenía relación con las empleadas de la estética.
Estas declaraciones se contradicen con las que realizaron tres empleadas de la estética, quienes pusieron al frente de la coordinación del comercio y la entrega de turnos con servicios sexuales tanto a Coria como a Pablo. El próximo viernes serán los alegatos del juicio y la fiscalía pedirá 15 años de prisión para las acusadas, mientras los defensores irán por la absolución.
Qué pena podrían tener Coria y Pablo si son encontradas culpables
El delito por el que se acusa a ambas mujeres es promoción de la prostitución. Se trata de un delito tipificado en el Código Penal que prevé una pena de tres a seis años de prisión.
De ser encontradas culpables, ambas mujeres deberán cumplir su condena en el Penal de Chimbas.