Después de casi tres meses de haber estallado el escándalo, el sacerdote sanjuanino Walter Bustos fue procesado y enviado al Penal de Chimbas. El juez Guillermo Adárvez, del Tercer Juzgado de Instrucción, entendió que los abusos a sus tres sobrinos existieron pese a que el acusado siempre declaró ser inocente. El fallo se llevó a cabo este jueves en Tribunales, después de la última declaración del eclesiástico.
Según publicó Tiempo de San Juan, Bustos fue procesado por los delitos de corrupción de menores y contra la integridad sexual gravemente ultrajante, doblemente agravado por causar un daño en la salud mental de la víctima y por la calidad de culto reconocido por la iglesia católica. Después de pasar varias semanas alojado en los calabozos de la Central de Policía, el párroco fue trasladado al Servicio Penitenciario donde aguardará por el juicio.
La grave denuncia contra Bustos salió a la luz en los últimos días de agosto, cuando el propio Arzobispado de San Juan dio a conocer la noticia a través de un comunicado. Fue su sobrino, hijo de su hermana, quien lo acusó en el Centro ANIVI y luego ratificó sus dichos en Cámara Gesell. Pero esto no esto, ya que los hermanos, de 21 y 24 años, también declararon ante el juez Ricardo Grossi y dieron escalofriantes datos sobre los supuestos abusos sexuales del cura.
En aquel entonces el sacerdote estaba al frente de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Angaco y fue apartado de todas las actividades eclesiásticas hasta que se resuelva la investigación.