La serie de Netflix "Orange is the new black" aborda las historias de varios convictas, que están presas en una cárcel norteamericana. Una de las protagonistas de la historia fabricaba licor casero con frutas que hacía fermentar. Con la misma imagen se encontraron los penitenciarios del Penal de Chimbas. Es que durante una de las tantas requisas, en un pabellón hallaron licor de fabricación casera. Los guardias se sorprendieron por la producción. Anunciaron que sancionarán a los detenidos.
Diariamente se realizan requisas en el Servicio Penitenciario. Siempre los guardiacárceles algo encuentran pero en esta oportunidad les llamó la atención la calidad de las bebidas alcóholicas encontradas. Javier Figuerola, director del Penal, le dijo a Diario La Provincia: "Secuestramos algunos elementos de fabricación casera. Está prohibido tener bebidas alcohólicas pero a veces los internos realizan algún fermento o algo para poder tomar".
En muchas ocasiones los elementos para la fabricación de estas bebidas son ingresadas por familiares durante las visitas, pero son los mismos internos los que se dedican a la elaboración. "El tema de las visitas es complicado porque en un solo sector se reciben 40.000 visitas por año, nosotros tenemos cuatro sectores", explicó Figuerola. En el Penal hay un escáner, pero es aleatorio el paso por allí. Lo que si se hacen siempre son las requisas de rutina a todo aquel que entre de visita a la cárcel.
En cuanto a los elementos que se encuentran con mayor asiduidad, están los celulares, chips y elementos cortopunzantes. Estas armas son muy peligrosas y pueden llegar a ocasionar la muerte de una persona. Hay casos dentro de la historia de internos muertos por peleas con armas de fabricación casera.
Cuando en una requisa a un preso se le encuentra un elemento prohibido, se le labra un acta disciplinaria. La acumulación de castigos afectan el sumario de los convictos, lo que termina incidiendo a la hora de obtener salidas transitorias o beneficios dentro del sistema carcelario.