Fue una sorpresa para los obreros que estaban trabajando en una zona de fincas, cerca del Parque Latinoamericano de Albardón. Allí, los trabajadores encontraron un esqueleto humano completo, enterrados a más o menos cinco metros de profundidad. Inmediatamente llamaron a la Policía, que fue al lugar y constató el descubrimiento. Los primeros datos indicarían que el esqueleto no tienen más de 15 años de antiguedad debido al estado de los huesos.
El esqueleto fue encontrado en la casa 14 de la manzana A del barrio San Martín. Un grupo de obreros estaba haciendo un pozo negro cuando se toparon con el hallazgo. El esqueleto no presentaba restos de vestimenta alguna, por lo que se estima que podría haber sido enterrado desnudo.
Los profesionales que estuvieron en contacto con los huesos pudieron decir a simple vista que no se trataría de restos tan viejos, sino que tendrían entre 10 y 15 años. El esqueleto fue puesto a disposición de la dirección de Patrimonio Cultural de la provincia y la causa judicial quedó en manos del juez del Tercer Juzgado de Instrucción, Guillermo Adárvez.
Fuentes judiciales informaron que continuarán con las pericias, para determinar con exactitud el tiempo que tienen los huesos. Lo que llamó la atención de los peritos es que los huesos no eran tan antiguos y que estuvieran enterrados sin ropa.
El 27 de mayo también encontraron huesos en San Juan, pero no eran restos humanos sino esqueletos de animales. La causa que investigó en conjunto la Secretaria de Medio Ambiente con la Justicia arrojó datos escalofriantes. Los esqueletos encontrados en un baldío de 9 de Julio correspondían a huesos de animales ilegalmente faenados, destinados a su comercialización en el mercado negro de la carne.