Armaron un encuentro religioso para estar cerca de Dios y terminaron detenidos

El hecho ocurrió en Villa Pontoriero, Capital. Encontraron un gallo enterrado.

Armaron un encuentro religioso para estar cerca de Dios y terminaron detenidos
Fueron detenidas 16 personas por violar la cuarentena\u002E

Un llamado anónimo alertando sobre una posible reunión social en Villa Pontoriero, Capital, movilizó a los policías de la comisaría 27 hasta el domicilio apuntado. Grande fue la sorpresa de los uniformados al encontrar que dentro de esa casa se estaba realizando un encuentro religioso con 16 personas presentes. Por violar la cuarentena estricta anunciada por el gobernador Sergio Uñac el pasado 21 de agosto, se decidió detener a todos los que participan del oficio religioso sin siquiera respetar la distancia social.

Al ingresar al domicilio de calle San Lorenzo, los policías encontraron a varias personas, debido a la cantidad pidieron refuerzos en la seccional para iniciar las detenciones correspondientes por la violación de la fase uno. Tras el pedido, un móvil policial se dirige al lugar constatando que en dicho domicilio se estaba desarrollando una reunión religiosa del rito umbanda.

Los fieles habían enterrado un gallo. Encontraron también distintos elementos propios del rito (yerba, azúcar, café, naranjas, entre otros artículos). El rito implica hacerle una ofrenda a la Pachamama. Ante la flagrante violación de las normas para evitar la propagación de la pandemia, se procedió a la aprehensión de los 16 mayores de edad que se encontraban en el lugar, iniciándose el procedimiento de flagrancia.

Los detenidos son los siguientes: Esteban Gómez (31), Mariana Agüero (47), Mariela Quevedo (40), Alan Zalazar (28), Sergio Riveros (51), Iván Delgado (43), Jorge Riveros (27), Cintia Fernandez (36), Mariana Fernandez (22), Julián Lezcano (25), Jesica Muñoz (34), Silvana Montaña (44), Evelin Forisch (24), Sandra Domínguez (52 ), Natacha Riveros (18) y Núñez Yolanda de 47 años.

​Las penas por violar la cuarentena fueron endurecidas en flagrancia. Los precios de las sanciones llegan hasta los $100.000. Además, en muchos casos, al no tener antecedentes los infractores realizan trabajos comunitarios para resarcirse.