La semana pasada una familia de la provincia de San Juan denunció un grave caso de violencia policial que ocurrió cuando se comían un asado en un día no permitido por la cuarentena. Ahora, desde la jefatura de la Policía de la provincia decidieron remover a los dos jefes de la comisaría de la polémica. Según publicó el diario Tiempo de San Juan, las autoridades explicaron que no se trata de un castigo sino de un "lavado de cara" para dar una nueva imagen a los vecinos. Los dos comisarios fueron trasladados a otras dependencias y hay 8 policías investigados por la brutal golpiza.
Se trata de la Comisaría 23ra, ubicada en el barrio Rivadavia Norte un complejo de departamentos al Oeste de la provincia cuyana. La Subsecretaría de Control de Gestión inició un sumario interno contra 8 uniformados de esa seccional y de la Motorizada N° 3 que intervinieron en el operativo la semana pasada. El incidente fue el miércoles último cuando la familia Richard se comía un asado en su casa. Las reuniones familiares de hasta 12 personas están permitidas en territorio sanjuanino pero sólo los sábados, domingos y feriados.
Un vecino llamó al 911 y los policías desplegaron un operativo en la casa de los Richard. Es en ese episodio donde habría ocurrido la violencia policial. De hecho una de las mujeres detenidas, Soledad Richard, terminó con la nariz partida y tuvo que ser trasladada al Hospital Guillermo Rawson para que le hicieran puntos en la cara. "Me pegaron con mi bebé en brazos", relató.
Los comisarios removidos son Marisa Bustos y otro de apellido Tejada. Ahora ambos están a cargo de una comisaría en el departamento de Santa Lucía, al Este de la provincia. Un comisario de apellido Díaz es quien está a cargo ahora de la Seccional 23. Cabe destacar que los jefes removidos no están siendo investigados, ni están acusados de la paliza de otros colegas pero, por ser quienes estaban a cargo, decidieron trasladarlos a otra dependencia.
