El sanfrancisqueño Marcelo Elitropio fue uno de los fallecidos en el accidente del avión Lapa, ocurrido el 31 de agosto de 1999. Su muerte fue inmediata, cuenta la familia, y éste tenía 31 años de edad. "Ese día venía de participar de un congreso organizado por el laboratorio para el que trabajaba como visitador médico, de avanzar un paso más en la carrera profesional que había alcanzado", confiesa su mamá Noemí.
En el avión viajaban 100 personas y la mayoría pertenecía a la provincia de Córdoba. Por la tragedia nadie fue preso y la indignación por parte de los familiares de las víctimas se acrecentó cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación prescribió la causa en el año 2014.
En ese sentido, responsabilizan a la empresa Lapa y a los organismos del Estado, más precisamente a las Fuerzas Aéreas. "No hubo justicia, es muy triste que no haya condena, si bien me devuelve nada quizás se podrían evitar otras tragedias", remarcó Noemí.
Con respecto a las fallas técnicas que sufría el avión, todo indica que hubo fallas humanas y una mala administración en el mantenimiento de la nave. "Un conocido de la familia había viajado poco tiempo antes y nos contó que cuando quiso bajarse no se pudo quitar el cinturón de seguridad porque estaba oxidado", relata Noemí.
Por último, acerca de la personalidad de Marcelo comentó que era un ser alegre, familiero, risueño, que estaba lleno de proyectos y al cual le gustaba mucho cantar. "Sigo creyendo que algún día Marcelo va a cruzar la puerta, perder un hijo es como que te arranquen una parte del cuerpo", finalizó Noemí.
* Fuente: La Voz de San Justo