Un verdadero escándalo se generó este fin de semana en la zona de San Francisco y Frontera luego de que Gendarmería Nacional llevara a cabo una serie de allanamientos en distintas carnicerías por una grave denuncia sobre venta de alimentos en mal estado.
En ese marco, se decomisaron 2.771 kilos de carne provenientes de animales que se encontraban en estado de descomposición.
De acuerdo con los datos publicados por Radiocanal, el 90% de esta carne pertenecía a animales muertos, el diez restante a enfermos.
Contando con el respaldo de miembros del Servicio Nacional de sanidad y Calidad Agroalimentaria, el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba y Bromatología municipal dieron cuenta de que se le colocaba a la carne químicos para modificar el olor y el color de la misma, evitando la rápida descomposición.
Por otra parte se llevaron municiones de calibres diversos, armas de fuego, celulares, computadores, rodados, dinero, un freezer y una caja de transporte que se utilizaba como depósito.