La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró este jueves que el aspartamo es “potencialmente cancerígeno”. Se trata de un edulcorante bajo en calorías que se utiliza en bebidas “dietéticas” y también en algunos chicles.
Los resultados sobre este particular fueron publicados en la revista especializada The Lancet Oncology, donde también se detallaron los niveles de riesgo y las pruebas existentes.
“No estamos aconsejando a las empresas que retiren sus productos ni aconsejando a los consumidores que dejen de consumirlos por completo”, especificó Francesco Branca, director del departamento de Nutrición, Salud y Desarrollo de la OMS.
El pasado 29 de junio trascendió que este edulcorante sería rotulado como finalmente sucedió este jueves, generando una polémica entre las marcas. Pero ya en mayo, la OMS había iniciado otro debate al señalar que “los edulcorantes no son efectivos para controlar el peso a largo plazo” y que su uso sostenido podía generar “efectos indeseados”. En ese aspecto destacaron: riesgo de diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares y de mortalidad en la adultez.
Qué es el aspartamo
El aspartamo es un agente y la International Agency for Research on Cancer (IARC) los cataloga en cuatro categorías según lo cancerígeno.
El Grupo 1 incluye a los que tienen evidencia fuerte de su relación con el cáncer: como la radiación y el tabaco; en el otro extremo está el Grupo 3, con los agentes que se analizaron y se demostró que no representan ningún riesgo de cáncer en absoluto, como la cafeína (que fue recategorizada como segura).
También está el Grupo 2A, que comprende a los que son “probablemente cancerígenos”; en tanto, con menos riesgo que el anterior, están lo del Grupo 2B: “posiblemente cancerígenos”, donde aparece el aspartamo.
El edulcorante comparte lugar con otros 322 agentes, entre los que está el extracto de aloe vera de hoja entera y algunos pickles (técnicamente los describen como vegetales “tradicionalmente asiáticos” al escabeche).
La decisión de incluir el aspartamo en ese grupo se tomó sobre la base de “indicaciones limitadas” relacionadas con el cáncer en humanos, en particular, para el carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado, según la OMS. También se observaron indicaciones limitadas con respecto al cáncer en animales de laboratorio.
“Las indicaciones limitadas sobre el carcinoma hepatocelular provienen de tres estudios realizados en Estados Unidos y en diez países europeos. Se trata de los únicos estudios epidemiológicos sobre el cáncer de hígado”, precisó la doctora Mary Schubauer-Berigan, de la IARC. No obstante, Branca señaló que se necesitan estudios adicionales “para aclarar aún más la situación”.
Cuándo se presentan mayores riesgos
El Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS y la FAO (la Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) también evaluó entre el 27 de junio y el 6 de julio los riesgos asociados con el aspartamo.
Al respecto señalaron que los datos “no proporcionaban motivos suficientes para justificar una modificación de la dosis diaria permitida” establecida desde 1981. Esta dosis es de un máximo de 40 mg por kilo de peso corporal y significa que una persona puede consumir aspartamo “sin riesgo” dentro de ese límite.
Un adulto de 70 kg debería consumir entre 9 y 14 latas diarias de un refresco “light” (con 200 a 300 mg del edulcorante) para exceder la dosis permitida, suponiendo que no haya ingerido aspartamo contenido en otros productos.
“El problema se plantea para los grandes consumidores” de productos que contienen aspartamo, advirtió, pero “los resultados no indican que un consumo ocasional presente un riesgo”.
El aspartamo es uno de los edulcorantes más utilizados en el mundo. Su uso fue aprobado por la FDA de Estados Unidos (que es como nuestra ANMAT en Argentina) hace cuatro décadas.
“No veo cómo, sin estudios mejor diseñados, podemos llegar a alguna conclusión al respecto”, dijo Andy Smith, profesor de la Unidad de Toxicología del MRC en la Universidad de Cambridge.
“Desde 1981, cuando el producto obtuvo aprobaciones formales, la controversia fue continua”, dijo Peter Lurie, presidente del Centro para la Ciencia en el Interés Público (CSPI) en Estados Unidos. “Hemos estado presionando para que la IARC lo revise durante muchos años”.
La defensa sobre los edulcorantes
“Aplaudimos la reafirmación sobre su seguridad”, dijeron desde la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA). “El JECFA examinó las conclusiones de la IARC y no encontró ningún motivo de preocupación para la salud humana”, argumentaron.
“Es importante destacar que ese no es un organismo de seguridad alimentaria y que su clasificación 2B no toma en cuenta los niveles de ingesta ni el riesgo real, lo que hace que la revisión de la IARC sea bastante menos completa”, sostuvieron.